Dolor de rodilla: Síntomas y causas más comunes

dolor en las rodillas
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Clínica Martín Gómez - Traumatólogos

Clínica de traumatología en Granada

En algún momento de nuestras vidas todos sufrimos dolor de rodilla, y es que según nuestra historia evolutiva, el logro de los primeros homínidos para mantenerse erguidos y caminar sería una desventaja para la articulaciones de la rodilla, la más grande y compleja del cuerpo humano.

Evolución de la Rodilla

La bipedestación surge hace varios cientos de miles de años, aunque no se sabe el por qué se pusieron de pie los primeros homínidos, se reconoce las transformaciones profundas en la anatomía para el acto de caminar. En términos evolutivos, el cuerpo humano no estaría totalmente adaptado para una posición erguida.

La articulación de la rodilla soporta todo el peso del cuerpo y sirve de unión del muslo y la pierna. Esta compuesta por los huesos fémur, tibia, rotula y dos discos fibrocartilaginosos que son los meniscos. La rodilla esta protegida por fuertes ligamentos que impiden que sufra una luxación. Como vemos la anatomía de la rodilla tiene una complejidad que no tienen el resto de articulaciones del cuerpo humano.

La rodilla es de las articulaciones más vulnerables y que puede conducir a movilidad limitada, son frecuentes las lesiones por traumatismo ocurridas durante actividades deportivas. Además también están las lesiones relacionadas con su uso y la degeneración que se produce, como el caso de la artritis.

Factores de riesgo del dolor en las rodillas

dolor de rodilla

Todos podemos sufrir dolor de rodilla, pero es cierto que es más común conforme envejecemos. Las lesiones de rodilla pueden deberse a traumatismos, artritis o el desgaste. La gota y las infecciones también pueden causar dolor en las rodillas. El dolor de rodilla puede ser un dolor moderado e ir empeorando poco a poco con el tiempo. A continuación, detallamos los factores de riesgo que hacen aumentar la probabilidad de padecer dolor de rodilla:

  • Edad: Patologías como la artrosis están muy asociadas al paso de los años. Esta enfermedad afecta a 1 de cada 5 personas mayores de 60 años. La artrosis se produce por el desgaste de los cartílagos que protegen los huesos que están en la rodilla.
  • Obesidad: Las rodillas sostiene el peso de nuestro cuerpo. Por tanto, tener sobrepeso aumenta el esfuerzo de la articulación para realizar las actividades comunes, acelerando el desgaste y causando un mayor estrés.
  • Debilidad muscular: La falta de fuerza y flexibilidad aumenta la probabilidad de lesión en la rodilla.
  • Actividad realizada y tipo de actividad física: vivimos más y nuestros trabajos son más sedentarios. Pasamos de estar muchas horas sentados a realizar ejercicio físico complejo tenis, esquí, fútbol o triatlón. Los ligamentos y meniscos soportan una gran presión. Demasiada intensidad y no realizar un calentamiento previo puede aumentar el riesgo de lesión.
  • Lesiones previas: En ocasiones algunas lesiones pueden terminar generando otras lesiones más graves y más dolorosas.

Hallazgos recientes asocian el dolor de rodilla con adultos de pies planos. De hecho, de las personas diagnosticadas con este problema, el 75% serían mujeres. Los adultos con pie plano sufren un dolor crónico de rodilla por el impacto que cada pisada causa en la rodilla. Este problema se debe a una desviación del eje del antepié y del talón alterando los huesos del pie y la acción de la extremidad inferior.

Síntomas de dolor de rodilla y tipos de lesiones de rodilla

Lesiones de rodilla

Los síntomas dependen del tipo de lesión y trastorno. El dolor es frecuente en todos los problemas de la rodilla, pero la intensidad, la severidad y la localización dependen del daño en las rodillas. Además, el dolor puede ser menor o más intenso y limitar la capacidad de movimiento. Los síntomas más habituales que pueden acompañar el dolor de rodilla puede ser:

Crujidos en la rodilla

¿Por qué ocurre? Cuando forzamos la rodilla, el líquido que ayuda en su lubricación para evitar el desgaste, produce unas burbujas debido a la diferencia de presión de los gases disueltos en el líquido. Esas burbujas provocan el “chasquido” que se suele oír al mover la rodilla.

Si los crujidos son continuos y van acompañados de bloqueo en el movimiento de la rodilla será necesario que un traumatólogo especialista para que pueda evaluar qué puede estar pasando.

Debilidad e inestabilidad en la rodilla

Si has sentido que te duele, se te ha comenzado a hinchar y la notas inestable podría ser que las estructuras de ligamentos estén afectadas. La inestabilidad de la rodilla está provocada por la debilidad congénita o adquirida de los ligamentos, con o sin implicaciones de otras estructuras de estabilización (cartílago, meniscos, estructuras musculares). Cuantos más ligamentos haya afectados más inestable estará la rodilla.

La osteoartritis es la consecuencia frecuente a largo plazo, es decir, un mayor desgaste del cartílago articular en la articulación. Al principio, la inestabilidad se expresa, por ejemplo, por la inseguridad al caminar o el dolor en caso de mayor esfuerzo. La inestabilidad de la rodilla puede ser confirmada o excluida mediante pruebas clínicas.

Inflamación y rigidez en la articulación

¿Por qué ocurre? La hinchazón (edema o derrame articular) no siempre indica una lesión en el hueso, ligamentos, menisco o cartílago, ya que puede haberse generado por un esfuerzo excesivo de un esguince o traumatismo. La artritis también puede causar un edema en la rodilla, y tras una intervención quirúrgica puede haber inflamación durante meses. Lo mejor es consultar a su traumatólogo para descartar y prevenir complicaciones de la dolencia.

Incapacidad para flexionar o enderezar la rodilla

¿Por qué ocurre? Podría ser por el giro del cuerpo con la pierna fija o al levantarse desde cuclillas. Un chasquido seguido de un dolor durante en la interlinea articular (espacio entre tibia y fémur). El bloqueo de la rodilla es el síntoma más revelador de una posible lesión meniscal. Esto nos revela que el fragmento roto del menisco imposibilita el movimiento normal de la articulación.

En consulta del traumatólogo se realizaran los pasos oportunos: historia clínica completa, exploración física, pruebas de imagen y en el extraño que no se observaran evidencias de la lesión, podría solicitarse una artroscopia de rodilla.

Lesiones principales que causan dolor en la rodilla

  • Artrosis de rodilla: La artrosis es el desgaste de los cartílagos articulares, siendo una lesión bastante dolorosa, no inflamatoria y que es irreversible, al tratarse de una lesión degenerativa. Está muy relacionado con el sobrepeso, sobrecarga de la articulación por un exceso de ejercicio, problemas metabólicos o una deformidad congénita. Su tratamiento consiste en analgésicos y antiinflamtarios para tratar los síntomas, y de infiltraciones y tratamiento quirúrgico para tratar la lesión.
  • Artritis reumatoide: Se trata de un tipo de artritis que provoca dolor, inflamación, rigidez y bloqueo de la rodilla. Suele ser más frecuente en mujeres que en hombres. Las causas pueden ser variadas y el tratamiento incluye medicamentos, cambio de estilo de vida o incluso medicamentos.
  • Rotura de meniscos: Se trata de una de las lesiones más habituales de la rodilla. Cualquier movimiento donde se pivote sobre la rodilla o se haga un giro de manera brusca, puede provocar la rotura del menisco. Además de dolor, va acompañado de hinchazón, rigidez, problemas para extender la rodilla y sentir un bloqueo cuando la tratamos de mover. En casos más leves se puede seguir un tratamiento conservador que consiste en descanso, hielo, medicamentos y sesiones de fisioterapia. En la mayoría de los casos necesitaremos tratamientos quirúrgicos, que consiste en extirpar el menisco y después una recuperación con fisioterapia.
  • Tendinitis rotuliana: Es la inflamación del tendón rotuliano, normalmente producido por una sobrecarga al correr, saltar o patear. Es muy frecuente en ciertos deportes. El dolor se suele focalizar en la zona de la rótula. En la mayoría de los casos se trata con reposo y antiinflamatorios.
  • Rotura de ligamentos de rodilla: De la estabilidad de la rodilla se encargan 4 ligamentos: el cruzado anterior, el cruzado posterior, el lateral interno y el lateral externo. La rotura más habitual es el cruzado anterior (LCA). Se pueden producir por giros o por traumatismos. Los ligamentos no se regeneran, por lo que el tratamiento a seguir es quirúrgico, aunque en algunos casos muy concretos se puede optar por no operar.
  • Bursitis: La bursa es una bolsa que protege y amortigua los huesos. La bursitis es la inflamación de la bursa, producido por un sobreesfuerzo. Se suele tratar con descanso, hielo y analgésicos, siendo poco frecuente la operación.

Problemas mecánicos que afectan a la rodilla

Además de lesiones, también hay problemas mecánicos que pueden afectar a la rodilla causando dolor. Los más frecuentes son:

  • Cuerpo suelto: En ocasiones una lesión en el cartílago, o su degeneración, puede provocar que se desprenda un trozo de cartílago, y que se quede en el espacio de la articulación. Esto puede no generar dolor, siempre que no interfiera en el movimiento de la articulación.
  • Síndrome de la banda iliotibial: Este problema ocurre cuando, la banda que va desde la parte externa de la cadera hasta la parte externa de la rodilla, se vuelve tensa y roza con la parte externa del fémur. Es una lesión que suelen padecer los corredores de largas distancias.
  • Luxación de la rótula: Suele suceder cuando el hueso que cubre el frente de la rodilla se desliza fuera de su lugar, normalmente hacia afuera de la rodilla.
  • Dolor de cadera o de pie: Si sufres dolor de cadera o de pie, se suele modificar la manera de caminar para intentar sentir menos dolor. Sin embargo, esto puede causar más tensión en la rodilla. Son frecuentes los casos de lesiones en cadera o pie que acaban con dolor en la rodilla.

Consejos para aliviar el dolor de rodilla

El principal consejo es acudir a un traumatólogo especializado en la rodilla, aunque existen algunas cosas que podemos hacer para intentar aliviar el dolor. Las principales pautas para tratar el dolor son:

  • Mantener rodilla elevada, especialmente en los casos que el dolor va acompañado de inflamación.
  • Descansar y evitar los movimientos que causen o empeoren el dolor.
  • Las primeras 72 horas aplicar hielo cada hora durante veinte minutos, sin sobrepasar las tres horas por día.
  • Tomar antiinflamatorios y/o analgésicos para calmar el dolor.
  • Usar vendaje para reducir el aumento de volumen y controlar el movimiento de la articulación.
  • Dormir con las rodillas apoyadas en una almohada o colocarla entre ellas para quitar presión sobre las mismas.

Consejos para prevenir el dolor en las rodillas

Como suele ocurrir en muchas lesiones en traumatología, el mejor tratamiento es una buena prevención. Hay una serie de consejos que podemos seguir para prevenir el dolor en las rodillas. Los más efectivos son:

  • Cuidar la alimentación para mantener un peso adecuado.
  • Realizar ejercicio con frecuencia, respetando el calentamiento previo antes de la actividad física.
  • Fortalecer y mantener flexibilidad muscular.
  • Evitar estar mucho tiempo de pie o sentado.
  • Si vamos a levantar peso, debemos doblar ligeramente las rodillas, apoyándonos en el cuerpo para no forzar las rodillas y que no sufran.
  • Usar calzado cómodo, y tener especial cuidado si sufrimos de pies planos.

Como vemos el dolor de rodilla puede deberse a factores muy diversos y que cada uno tiene una manera diferente de tratarse. Es por esto que recomendamos acudir a un especialista que esté cualificado para evitar futuros problemas, en una de las articulaciones más sensibles e importantes del cuerpo humano.

Resumen
Todos sufrimos dolor de rodilla: Síntomas y causas más comunes
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Todos sufrimos dolor de rodilla: Síntomas y causas más comunes
Descripción
En algún momento de nuestras vidas todos sufrimos dolor de rodilla, y es que según nuestra historia evolutiva el logro para mantenerse erguidos y caminar sería una desventaja para la articulaciones de la rodilla. La rodilla es de las articulaciones más vulnerables y que puede conducir a movilidad limitada.
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