Aunque muchas personas no lo valoran y le dan una importancia menor, el pie es algo más que una estructura que nos permite trasladarnos y soportar el peso de nuestro cuerpo. Sólo se le da importancia cuando se produce cualquier alteración, que termina derivando en la limitación del movimiento. Esto es lo que sucede en el caso del pie plano.
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¿Qué es el pie plano?
Si prestamos atención a nuestro pie, tenemos una pequeña línea curva que delimita la parte anterior y posterior, y que recibe el nombre de arco plantar o bóveda plantar; cuando una persona no tiene estos arcos o los tiene disminuido es lo que denominamos como pie plano.
Desde el momento que nacemos hasta que empezamos con el proceso de bipdestación, lo normal es que la apariencia del pie plano se deba a la presencia de tejido adiposo que se localiza en la región plantar. Pasado 2 años el pie normalmente adapta una marcha con rotación externa y apoyo del reborde interno que da la apariencia de ser plano, pero es a los 3 años cuando comienza en el niño la aparición del arco longitudinal o arco interno, terminando el desarrollo entorno a los 8 años.
Desde un punto de visto biomecánico, esta alteración produce un desplazamiento del astrágalo sobre el calcáneo hacia abajo, adentro y adelante, empujando al escafoides y a toda la fila ósea que compone el arco interno. El antepié se supina por lo que el primer metatarsiano está más elevado y el primer dedo se dispone en flexión para contactar con el suelo. En el caso del pie plano se genera un movimiento helicoidal, al estar el retropié en pronación y el antepié en supinación. Existen dos tipos de pie plano que tenemos que conocer para saber cuál será el tratamiento a seguir.
Qué tipos de pie plano hay
- Pie plano valgo doloroso o rígido: este tipo se produce por las barras que unen los huesos del tarso, o astrágalo vertical congénito. Los dolores se localizan tanto en los pies como en las pantorrillas y la zona lumbar, casi siempre provocando limitación funcional y un desgaste característico en el calzado habitual. sin que se modifique al ponerse de puntillas.
- Pie planoflexible: es el más habitual, y suele estar ligado a tipología familiar y asociado a una hiperlaxitud o a la debilidad de los medios de armonización y la unión articular. Normalmente se asocia con la retracción del tendón de Aquiles, generando dolor y aumentando del consumo energético durante la marcha por la sobrecarga de la musculatura extrínseca e intrínseca del pie. En este caso se logra modificar al ponerse de puntillas.
Causas del pie plano
Existen varios factores que pueden causar el pie plano:
- Mala posición fetal: antes de nacer, se adopta una posición para adaptarse a la forma «ovoide» del útero, con las piernas flexionadas. Es por este motivo, que al nacer y durante los primeros meses las piernas se aprecian curvas mientras los pies adoptan una posición «hacia adentro», lo que predispone para sufrir un pie plano.
- Factores genéticos: causado por un trastorno cromosómico primitivo.
- Desequilibrio biomecánico: las alteraciones en las partes blandas son a causa de una adaptación a los cambios esqueléticos. Así, hay retracción de la cápsula y ligamentos, hay retracción de la msuculatura y los ligamentos plantares, la aponeurosis plantar superficial y la piel de la planta están retraídos y son inextensibles.
Síntomas de los pies planos
Los síntomas son múltiples y no siempre tiene que presentarse dolor
Los pies planos no son dolorosos, incluso, en algunos casos solo presentan la ausencia del arco plantar sin manifestar ningún otro tipo de síntoma. Sin embargo, en otros casos, el dolor se presenta en la parte del retropié debido a la inserción de los músculos involucrados como el tibial posterior. Además se pueden presentar otros síntomas:
- Torpeza al caminar
- Deformidad del pie
- Incremento de la sensibilidad
- Se pueden sufrir calambres
- Caídas frecuentes
Cuál es el tratamiento del pie plano
En función de los resultados que se obtienen de la exploración inicial, la gravedad de los síntomas y la afectación que tenga el paciente, será lo que determine el tratamiento, y si debemos o no pasar por quirófano.
Tratamiento quirúrgico
Si la rehabilitación y el tratamiento ortopédico no consiguen una mejoría en el paciente, puede obligar a tener que practicar una cirugía. Sobre todo se da en los casos de pies planos valgos irreductibles con anomalías en los medios de unión articular, o astrágalo vertical; además en el caso de presentar marcha antiálgica por insuficiencia del tendón tibial posterior, post traumáticos, inestabilidad de articulaciones del pie-tobillo, etc.
Tratamiento ortopédico
El ortopedista o podólogo recomendará la utilización de plantillas para tratar de crear el arco plantar de manera fisiológica. También dirá de usar calzado ancho en el antepié con un contrafuerte posterior que sostenga el calcáneo; que posea piso de suela o goma dura pero fina; cordones o correas de ajuste; con tacón elevado ligeramente, que posea cuñas internas según sea la necesidad. En gran número de casos, no es necesario que sean botas, pero es conveniente colocarlas de forma preventiva en los menores que empiezan a andar. Las plantillas correctoras se usan a partir de los 2 años. Según el material de fabricación, pueden ser de tipo blando, semirrígido o rígido, en función de la edad del niño y el nivel de corrección que haga falta. El cambio de plantilla va a depender del crecimiento del pie y, por regla se deben cambiar cada año.
Tratamiento fisioterapéutico
Junto con el tratamiento ortopédico se harán ejercicios, en ciclos y repeticiones que irán en función de la tolerancia del paciente, los cuales tendrán como objetivo fortalecer la musculatura implicada para estimular así la creación del arco plantar. Los principales ejercicios sugeridos son:
- Intentar agarrar objetos pequeños con los dedos del pie. Una vez dominemos el agarre, se puede empezar el traslado de un lado al otro con los objetos.
- Caminar sobre las puntas de los pies, tanto sobre el suelo como sobre alfombras con distintas texturas para activar el trabajo propioceptivo.
- Nos colocamos en el borde de un escalón, dejamos caer suavemente los talones hacia atrás para elongar de esta forma el tendón de Aquiles.
- Andar sobre el borde externo de los pies y sobre los talones.
- Estiramiento muscular de miembros inferiores.
- Reeducación y coordinación de la marcha.
Además de estos ejercicios, también se harán uso de agentes físicos para preparar a los músculos para trabajar, incluyendo también inducciones miofasciales superficiales y profundas para la liberación del tejido comprometido.
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