Actualmente realizamos una técnica vanguardista denominada “ANATOMÍCA POR PORTAL ANTEROMEDIAL”, que confiere una mayor estabilidad en la rodilla comparada con técnicas más antiguas. Esta técnica en la mayoría de los casos se lleva a cabo utilizando los propios tendones del paciente (que luego se regeneran) de manera que el ligamento nuevo es al menos 3 veces más fuerte que el ligamento cruzado normal. La rehabilitación es vital tras esta intervención. En el segundo o tercer mes empezamos a hacer actividades deportivas como bicicleta o natación. Pero no se debe volver a hacer deportes de torsión tipo fútbol, pádel, tenis o esquí por ejemplo, hasta pasados 7 meses, que es el tiempo que necesita el injerto para convertirse “biológicamente” en un ligamento cruzado.