El tobillo es una articulación muy importante en las personas ya que es una de las que nos permite andar. Por tanto, es importante cuidarla y ante cualquier problema visitar a un especialista.
El síndrome del pinzamiento anterior del tobillo consiste en la inflamación producida en la zona anterior de la articulación con formación de osteofitos que van creciendo con el tiempo, coincidiendo con la aparición de los síntomas, que son principalmente dolor y rigidez. Esto hace que se de con frecuencia en bailarinas cuando hacen la posición de puntas y en los futbolistas cuando realizan la acción de chutar a portería.
Las causas de la formación de los osteofitos puede ser por la tracción repetida de la capsula anterior del tobillo en posiciones de flexión plantar máxima, como en el choque anterior entre borde anterior de la tibia y cuello del astrágalo en posiciones de flexión dorsal máxima. Concretamente lo que hacemos cuando saltamos o cuando hacemos la posición de plié, en el caso de las bailarinas.
Los síntomas que relatan los pacientes es un aumento lento del dolor, con mejoría cuando se reposa. Los osteofitos anteriores se pueden apreciar en las radiografías del tobillo, Prueba que se debe hacer si se tiene sospecha de que el paciente tiene la patología. Si no hay osteofitos puede ser que sea solamente una inflamación de la sinovial pero debemos hacer un estudio con una resonancia magnética para descartar que no haya otras patologías más graves como puede ser una osteocondritis en el tobillo o la tibia.
El tratamiento más adecuado para una recuperación óptima del «Síndrome del pinzamiento anterior de tobillo» es el siguiente:
1. Crioterapia: aplicar frío sobre la zona que está lesionada. Esto ayudará a bajar la inflamación y aliviará el dolor.
2. Medicación: Se recomienda que el paciente tome algún tipo de antiinflamtorio y analgésico, siempre bajo supervisión de algún médico especialista.
3. Fisioterapia: Para acelerar la recuperación, es ideal recibir alguna sesión de manos de un fisioterapeuta.
4. Infiltraciones: Se pueden hacer tres tipos de infiltraciones:
En casos muy extremos se puede dar la situación de tener que hacer una intervención quirúrgica. La cirugía se hace a través de una artroscopia en el tobillo. Esta operación consiste en una sinovectomía y en la extirpación de osteofitos.
