Los síntomas de la pérdida de cartílago del hueso van desde el dolor moderado hasta el bloqueo articular. En esta ocasión, te vamos a contar sobre los síntomas y las razones por las que este importante componente empieza a desgastarse y causar problemas. Al final de este post encontrarás más información sobre las opciones de tratamiento.
Índice
Qué es el cartílago articular
El cartílago articular es un tejido de características elásticas, sin nervios, ni vasos sanguíneos o linfáticos. Se sitúa en las articulaciones, variando el grosor según las diferentes localizaciones. Su función es recubrir la superficie de la articulación, donde se juntan los 2 huesos para moverse. El cartílago diminuye la fricción, distribuyendo las cargas mecánicas en distintas posiciones articulares y ofrece una superficie articular lubricada, que permite que los huesos se deslicen y giren unos sobre otros sin apenas desgaste. Por tanto, hablar de pérdida de cartílago del hueso es algo bastante delicado.
Consecuencias de la pérdida de cartílago del hueso
El cartílago articular tiene una nula capacidad de regeneración, así pues, el desgaste del cartílago puede provocar a medio y largo plazo una artrosis y/o múltiples lesiones articulares. Las lesiones de cartílago que no se traten adecuadamente pueden provocar dolor articular, incapacidad para realizar las actividades cotidianas y, finalmente, artrosis. Un ejemplo de desgaste del cartílago de la rodilla, del que ya hemos hablado repetidas veces en el blog, es la condropatía de rótula o condromalancia rotuliana.
A nivel de síntomas, los más habituales son:
Dolor
Puede ser una molestia o incomodidad y llegar ser muy agudo, especialmente durante las mañanas.
Inflamación
La inflamación puede notarse a simple vista.
Bloqueo articular
Consiste en que la articulación queda rígida debido a la sobrecarga muscular. Es condición previa a una rotura de meniscos y debe ser tratada lo antes posible.
Limitación a la movilidad
Debido a que el cartílago cumple un papel importante en el movimiento, al estar desgastado se puede producir dificultad para caminar normalmente o hacer movimientos cotidianos.
¿Se regenera el cartílago?
Como hemos dicho, como norma general, el cartílago NO se regenera. En el cartílago articular hay pocas células; solamente un 3-10% de su volumen está ocupado por condrocitos (las células específicas del cartílago). Además, los condrocitos carecen de capacidad para migrar lo que dificulta claramente la capacidad del cartílago para autorepararse.
Sin embrago, las lesiones del cartílago que llegan hasta el hueso subcondral (lesiones que afectan a todo el espesor), pueden repararse espontáneamente mediante los fibroblastos de la médula. Pero, en estos casos, el cartílago que se forma posee colágeno de tipo I en lugar de colágeno de tipo II y, además, no posee agrecano. Todo esto hace que se forme el llamado fibrocartílago o cartílago fibroso, en lugar del cartílago hialino original. En futuros posts explicaremos qué es el cartílago fibroso, sus características y por qué no actúa como el cartílago articular “original”.
Lesiones de cartílago más habituales
Según diferentes estudios, entorno al 6% de los adultos tienen una afección degenerativa del cartílago de la rodilla. El porcentaje aumenta al 70% en personas de 65 años. Además, el 23% de las lesiones agudas y en el 54% de las crónicas del ligamento cruzado anterior se han encontrado lesiones del cartílago. Observaron que, en los pacientes menores de 40 años, un 5% tenía lesiones graves del cartílago articular. Como hemos dicho, la lesión del cartílago articular más frecuente es la condropatía de rótula o condromalancia rotuliana, y el cóndilo femoral interno.
¿Por qué ocurre esto?
Las causas más comunes del cartílago desgastado son enfermedades como la osteoratritis y la artrosis, que son degenerativas. También hay causas no determinadas, asociadas a la edad y factores genéticos. Además, el uso excesivo de la articulación (como en caso de deportistas) y el sobrepeso también pueden ser factores determinantes para experimentar estos síntomas, incluso a temprana edad.
El cartílago no tiene vasos sanguíneos ni nódulos linfáticos, por lo que es muy difícil que pueda regenerarse por sí mismo. En ese sentido, una vez que aparezcan los síntomas es muy difícil que se vayan por sí mismos o descansando, es necesario acudir con un especialista para recibir un tratamiento adecuado.
Tipos de lesiones
Para valorar la gravedad de las lesiones del cartílago articular nos valemos de una clasificación por grados. En ella, se establecen cuatro grados. Siendo el grado 0 el del cartílago normal, sano, y el grado 4 el que ya afecta todas las capas del cartílago hialino y llega hasta el hueso subcondral.
Tratamiento del desgaste
Las lesiones del cartílago articular derivan, a largo plazo, en artrosis, con la consiguiente destrucción total de la articulación y en la necesidad de instalar una prótesis como única opción. En personas de edad avanzada, las prótesis son una alternativa muy válida, y permiten reprender gran parte de la actividad física previa. Sin embargo, en adultos jóvenes, se están aplicando técnicas más novedosas y basadas en la biología, cuyo objetivo es prevenir la extensión de las lesiones e intentar regenerar el cartílago para evitar en un futuro la evolución hacia la artrosis.
