El codo es una articulación que está compuesta por 3 huesos: el radio, el húmero y el cúbito. Los 3 se relacionan entre ellos para permitir la flexión, supinación y pronación de la articulación. Estos movimientos son indispensables para realizar las actividades diarias, como por ejemplo abrir una puerta, escribir, llevar la comida a la boca, etc. Por eso, se trata de una articulación de gran importancia, así que sufrir artrosis de codo puede alterar gravemente nuestro ritmo diario.
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¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una lesión reumatológica que provoca una disminución, pérdida o desgaste del cartílago de la articulación, lo que causa un mayor roce entre las distintas superficies de la articulación. Al mismo tiempo, la artrosis también puede causar dolor, limitación de la movilidad o anquilosis en la articulación, ya que el espacio articular entre las diferentes superficies se ve disminuido.
¿Cómo se produce la artrosis de codo?
Primero tenemos que decir que la artrosis de codo que no es la más frecuente entre las distintas artrosis, como a lo mejor puede pasar con la artrosis de rodilla. Generalmente la suelen padecer mujeres, personas de edad avanzada o con el paso de los años como consecuencia de lesiones previas o traumatismos en la articulación. La artrosis de codo causa una disminución en el espacio articular entre la cabeza del cúbito y radio con el húmero, acompañado de un aumento del grosor de la cortical de la articulación.
La artrosis es una patología degenerativa de las articulaciones y se caracteriza por el deterioro progresivo y la pérdida del cartílago que sirve como amortiguador blando que cubre las articulaciones. Con el paso del tiempo, el cartílago, un tejido duro pero flexible que recubre los extremos de los huesos que están en la articulación, se desgastan progresivamente.
Factores que importan en el desarrollo
Se cree que consideraciones mecánicas, como la estabilidad y el alineamiento afectan la distribución de las fuerzas a través del codo, y por tanto, impactan la protección de la articulación. Además las lesiones por un traumatismo, las infecciones que tienen como origen las irregularidades de la articulación y por su uso constante y cogiendo cosas pesadas son factores de riesgo.
La artrosis de codo que no se origina por una lesión es más común en hombre que en mujeres. Los pacientes afectados por esta enfermedad sueles ser personas mayores de 50 años pero se puede desarrollar la lesión con una edad menor ya que muchas personas heredan la tendencia a desarrollar artrosis. Aunque a día de hoy, la predisposición genética no se comprende del todo como factor en común entre los pacientes de menor edad. También se puede desarrollar como resultado de una enfermedad inflamatoria sistemática, la más común es la artritis reumatoide y otras artropatías inflamatorias.
Diagnóstico de la artrosis
Para el diagnóstico de la artrosis de codo bastará con el examen clínico por parte del traumatólogo, con el complemento de las diferentes pruebas de imagen. En la exploración se puede detectar dolor, tumefacción, crepitación o bloqueo. En un 30-50% de los casos pueden aparecer parestesia producidas por compresión.
El estudio de imagen permite valorar las lesiones osteocartilaginosas y precisar la posición de los osteofitos y los cuerpos extraños. Las radiografías AP y lateral de codo suelen ser suficientes para ver esta lesión. En los casos de artrosis avanzada, en donde se puede plantear la cirugía, son de utilidad pruebas adicionales de imagen, especialmente un TAC o una resonancia magnética.
Síntomas de la artrosis en el codo
Los síntomas más habituales que presenta la artosis en el codo son el dolor y la disminución de la amplitud de movimiento. Otros síntomas que pueden aparecer son:
- Bloqueo de la articulación al estar el cartílago suelto o por los fragmentos de hueso.
- Inflamación en el codo mientras la lesión evoluciona.
- Impotencia funcional para la flexoextensión del codo.
- Hormigueo por la presión que la inflamación causa sobre el nervio cubital.
Tratamiento
El tratamiento que se recomienda en la mayoría de los casos es sintomático, que se basa en la reducción del dolor para que el paciente pueda llevar una vida de forma normal en la medida de lo posible. En caso de que este tratamiento no funcione correctamente, el siguiente paso es generalmente aplicar un tratamiento quirúrgico conservador. Mediante la realización de una artroscopia se le practica una limpieza en el codo, quitando posibles elementos que puedan haber y dando de nuevo espacio a la articulación del codo.
En la clínica Martín Gómez Traumatólogos encontrarás en Granada a especialistas que traten todo tipo de artrosis y otras lesiones articulares.