Las lesiones de rodilla son muy frecuentes cuando se hace deporte. La parte que más se suele ver afectada son los ligamentos. Aunque los más afectados son los ligamentos cruzados, en este artículo queremos hablar sobre los ligamentos laterales de la rodilla.
Índice
¿Qué son los ligamentos laterales de la rodilla?
La rodilla está compuesta por dos ligamentos laterales y su función es ayudar a evitar la hiperextensión lateral de la rodilla. Veamos cuáles son:
- El ligamento lateral interno va por el lateral interno de la rodilla. Tiene su origen en el epicóndilo femoral interno y se inserta en la parte interna de la tibia proximal. Este ligamento estabiliza la rodilla y limita la posición de valgo (tensión sobre la parte interna).
- El ligamento lateral externo va por el lateral externo de la rodilla, teniendo su origen en el cóndilo femoral externo y se inserta en la parte externa de la cabeza del peroné. El ligamento lateral externo estabiliza la rodilla y limita la posición de varo (tensión sobre la parte externa).
Las principales lesiones de los ligamentos laterales son por un estiramiento excesivo o una ruptura parcial o completa de los mismos.
Tipos de lesiones
Podemos clasificar las lesiones en función de la gravedad de cada una:
- Esguince de primer grado: Es un esguince leve de los ligamentos. Los dos extremos del ligamento están aún conectados al hueso, pero una parte del ligamento puede estar distendida o menos tensa. La recuperación normalmente requiere 1 a 2 semanas y alguna sesión de fisioterapia.
- Esguince de segundo grado: Es un esguince de ligamentos grado medio de los ligamentos, en el que una parte del mismo está distendida. El dolor y la inflamación suelen ser mayores que en el de primer grado. Su rehabilitación ronda el mes.
- Esguince de tercer grado: Es cuando se produce la rotura del ligamento. Muchos pacientes no pueden doblar la rodilla o apoyarse en ella sin sentir dolor. Se siente una sensación de inestabilidad al intentar caminar, y a veces la rodilla “falla”. Esta lesión requiere llevar una férula en la rodilla y hacer fisioterapia durante al menos 6 semanas.
Además del esguince de rodilla total o parcial, es normal que se sufran otras lesiones asociadas en la rodilla. Esto significa que pueden también estar afectados otros ligamentos, huesos o tejidos de la articulación de la rodilla. Y algunas veces, cuando se produce un desgarro, el ligamento lateral se desprende de la tibia o del fémur. Cualquiera de estos casos complejos puede requerir mayor tiempo de recuperación, más fisioterapia o incluso cirugía para la reparación de los ligamentos.
Causas de las lesiones
Los esguinces en los ligamentos laterales, se producen por giros bruscos de la rodilla con el pie apoyado, y por traumatismos en la rodilla. Depende de donde se produzca el impacto se puede lesionar un ligamento u otro:
- Las lesiones en el ligamento lateral interno se producen por traumatismos sobre la parte lateral externa de la rodilla, provocando fuerzas sobre la posición en valgo (tensión sobre la parte interna).
- Las lesiones en el ligamento lateral externo se producen por traumatismos sobre la parte lateral interna de la rodilla, provocando fuerzas sobre la posición en varo (tensión sobre la parte externa).
Síntomas
Los pacientes con lesiones o esguinces en los ligamentos laterales sienten dolor en la zona afectada. De localización e intensidad variable, pueden presentar hinchazón en la zona y pueden sentir inestabilidad según el grado de lesión. El dolor y la inflamación pueden ser muy intensos al principio, y en los casos más graves, se puede experimentar también cierta inestabilidad al andar, sentirán que se tambalean o no podrán apoyar el peso sobre la rodilla afectada.
Es recomendable parar inmediatamente con cualquier actividad que estemos haciendo para evitar una lesión más grave y deberemos buscar atención médica inmediatamente. Mientras tanto, deberemos mantener la zona elevada y aplicar hielo, para reducir todo lo que podamos la inflamación.
Diagnóstico
El traumatólogo llevará a cabo una exploración física y realizará pruebas médicas para determinar si hay una lesión en la rodilla y, cuál es su gravedad. Las siguientes pruebas pueden ayudar en el diagnóstico:
- Prueba de Lachman. El paciente se tumba boca arriba con la rodilla afectada levantada y doblada en un ángulo de 20 a 30 grados. Después el especialista coloca una mano por debajo de la pantorrilla y otra sobre el muslo, y aplica presión para mover la parte inferior de la pierna hacia delante. Si se mueve demasiado, puede ser una señal de que hay un esguince.
- Prueba de tensión en varo. El paciente se tumba como en la prueba de Lachman, y la pierna afectada se mueve lateralmente hacia fuera y se flexiona 30 grados. El médico coloca una mano por detrás de la articulación de la rodilla y la otra por encima del tobillo. Aplica presión haciendo girar el hueso de la tibia, para ver hasta dónde se extiende. Si hay demasiada flexibilidad, puede indicar que hay una lesión.
Para diagnosticar correctamente las lesiones de los ligamentos laterales, los traumatólogos suelen realizar estas pruebas junto con otras exploraciones físicas.
También pueden realizarse radiografías para determinar el alcance de la lesión, pero con ellas sólo se ve el hueso y, por tanto, sólo permiten confirmar la presencia de fracturas óseas en la rodilla. La resonancia magnética, con la que se ven los tejidos blandos (como ligamentos y músculos), puede confirmar un esguince parcial o total, y por ello algunos médicos la solicitarán para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento
Para los casos menores graves, es decir, grado I-II, se puede seguir un tratamiento conservador basado en:
- Aplicar hielo en la zona afectada
- Descansar
- Rehabilitación
- Tomar medicamentos como analgésicos y antiinflamatorios.
Para los casos más graves (Grado III), se optará por la intervención quirúrgica. Esto se debe a que los ligamentos no se regeneran de manera natural, y es necesaria que el traumatólogo tenga que operar. Además hará falta recibir unas sesiones de fisioterapia para terminar de recuperarse de la lesión.