El ganglión o quiste sinovial es un pequeño tumor benigno de estructura quística que suele localizarse en una zona próxima a una articulación o la vaina tendinosa. En el 70 % de los casos los gangliones aparecen en la muñeca, aunque también pueden aparecer en otras articulaciones como la rodilla o el tobillo. A continuación, veremos más sobre esta patología.
Índice
¿Qué es un quiste sinovial?
El quiste sinovial, también conocido como ganglión, es un pequeño nódulo o bulto que puede aparecer alrededor de una articulación. Los quistes sinoviales son un tipo de tumores benignos que se localizan cerca de las articulaciones o de los tendones. Habitualmente suelen aparecer en la parte superior o lado palmar de la muñeca, en la base de los dedos o, en la última articulación de un dedo.
El quiste sinovial o ganglión suele ser pequeño, menos de 2’5 cm, tiene forma ovalada o redondeada y se puede notar un mínimo movimiento al tocarlos. Su consistencia normalmente es dura, pero también puede ser blanda. Se suelen ver a simple vista y suelen ser dolorosos justo en el momento de su aparición. No son contagiosos. En el interior se encuentra el líquido sinovial, que es el encargado de lubricar las articulaciones para que las estructuras no friccionen.
¿Cuáles son las causas?
No se conoce la causa exacta por la que sucede, ya que suele aparecer de forma repentina. Se suelen presentar más en mujeres aunque también afecta al hombre. Aunque no es una patología que tenga que ver con la edad, tiene más presencia entre los 20 a 40 años.
Generalmente se atribuye a movimientos repetitivos de la articulación o a sobrecargas. Como ya hemos comentado no conocemos exactamente la causa, aunque se cree que las contusiones o grandes golpes puede provocar su aparición.
Las personas que padecen osteoartritis, es decir, artritis por desgaste de articulaciones, tienen más posibilidades de desarrollar quistes sinoviales.
¿Cuáles son sus síntomas?
El quiste sinovial o ganglión no suele ocasiona dolor, aunque según en la zona en la que se encuentren, pueden llegar a ser molestos debido al limitar el movimiento de la articulación. Si el quiste presiona algún nervio, puede causar hormigueo, debilidad muscular, dolor o entumecimiento. A menudo supone más un problema estético que médico.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es sencillo, se puede detectar mediante una exploración física. Durante el examen, para verificar el diagnóstico podemos recurrir a la aspiración, proceso en el que se emplea una aguja para extraer el líquido. En este tipo de quiste el líquido suele ser trasparente y espeso.
Además, si se considera oportuno para asegurar el diagnóstico, se podría recurrir a la realización de una resonancia magnética o ultrasonido.
¿Cuál es su tratamiento?
En ocasiones, los quistes sinoviales o gangliones suelen desaparecer por si mismos sin necesidad de tratamiento. Cuando afectan al movimiento o, simplemente el paciente lo quiere eliminar por estética, se proponen diferentes opciones terapéuticas:
- Reposo: Evitar movimientos repetitivos durante un tiempo, se puede optar por vendajes para ayudar a su reducción.
- Aspiración: Se aplica sedación local y con una aguja aspiramos el líquido del interior.
- Cirugía: En el caso que las dos anteriores no funcionen, el dolor sea intenso y se comprometan los nervios colindantes, procederemos a la extirpación del quiste en quirófano.
No existe un tratamiento definitivo, ya que los quistes pueden volver a desarrollarse.
¿Cómo se puede prevenir?
Como hemos comentado antes, una de las posibles causas de los gangliones pueden ser los movimientos repetitivos, por ello puede ayudar a la prevención el realizar ejercicios de relajación y estiramientos de la musculatura.