La limpieza articular es una técnica terapéutica que consiste en inyectar gota a gota suero fisiológico en el interior de la articulación de forma continua. El objetivo de este procedimiento es eliminar las enzimas que están provocando la degradación del cartílago de la articulación, así como micro-cristales o desechos que quedan encerrados en la articulación y contribuyen a la irritación y malestar de ésta. En la actualidad, el lavado articular se practica en la articulación de la rodilla.
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La limpieza articular de rodilla
A través de la limpieza articular de la rodilla, ésta queda “limpia” por dentro, es decir, se eliminan todas las impurezas que pueden favorecer los procesos de inflamación y destrucción del tejido articular. Con carácter general se aplica sobre pacientes que sufren artrosis de rodilla, con el objetivo de mejorar su situación, aliviando el dolor y las molestias derivadas de la misma.
Se puede hablar de tres tipos de lavado articular. Por un lado, se encuentra la limpieza articular con irrigación tidal, que utiliza únicamente un punto de acceso para inyectar el suero y extraerlo de forma alternativa. Por otra parte, también está el lavado articular no artroscópico, que utiliza dos puntos de acceso, uno por el que se inyecta el líquido, y otro que se utiliza para eliminarlo, pero no se realiza la inspección visual de la rodilla. Sin embargo, la limpieza articular por artroscopia, supone no sólo un lavado articular formal, sino que además, se realiza una inspección visual de las estructuras que conforman la articulación de la rodilla mientras se realiza este procedimiento.
¿Cómo se realiza?
El paciente se coloca sobre una camilla en la posición adecuada. Se realiza una limpieza de la piel con producto desinfectante y posteriormente se le administra anestesia local en la cara externa e interna de la rodilla. A continuación se colocan las agujas de un calibre grueso por donde pasará y se evacuará el suero fisiológico y por donde se introducirá el atroscopio para poder visualizar la articulación.
Se suele instilar 3 litros de suero fisiológico frío (entre 4 y 8 ºC). Esta técnica se puede utilizar de forma complementaria a la aplicación de corticoides o ácido hialurónico de forma intrarticular, con la finalidad de prolongar los efectos del tratamiento.
Una vez acabo del proceso, se venda la zona durante 24-36 horas.
¿Para qué pacientes está indicada la limpieza articular de rodilla?
Principalmente se recomienda para aquellas personas que sufren artrosis de rodilla y que, a pesar del tratamiento prescrito, presentan episodios de dolor frecuentes, inflamación, derrame articular o tienen importantes limitaciones para caminar.
¿Qué beneficios tiene?
Lo que se pretende es reducir o evitar la toma continuada de antiinflamatorios y analgésicos cuando los pacientes presentan problemas digestivos, o bien, porque tienen otras enfermedades o dolencias que hacen que haya una ingesta importante de medicamentos de forma diaria. El objetivo es reducir el malestar provocado por la artrosis de rodilla, de forma que no se tenga que acudir de forma persistente a la medicación vía oral. Se busca por tanto, un mejor control del dolor, la mejoría de la función y de la calidad de vida del paciente y la prevención de una futura progresión de la enfermedad de la artrosis.
¿Cuáles son los riesgos?
La limpieza articular de rodilla puede conllevar algunos riesgos como la infección articular. Si se produce ésta, pueden aparecer episodios de fiebre o signos que muestren un empeoramiento de la rodilla, por lo que se tiene que acudir de forma inmediata al especialista médico para que valore la situación. A pesar de que el procedimiento se lleva acabo con la máxima asepsia para evitar ninguna infección, se debe estar atento a la sintomatología posterior.
Otro de los riesgos es que pueda producirse alguna lesión de las estructuras intraarticulares por el instrumental empleado. De ahí que sea necesario contar con los especialistas adecuados para evitar este tipo de situaciones.
¿Se debe seguir alguna recomendación?
Una vez realizada la limpieza articular de rodilla, es recomendable guardar reposo en las 24-36 horas siguientes a la intervención. También, de forma posterior se aconseja realizar de forma progresiva ejercicios que permitan recuperar la movilidad de la rodilla.