Los mareos cervicales son un síntoma frecuente en la sociedad, comúnmente denominado vértigo periférico o vértigo cervical. Suele aparecer asociado a diferentes entidades clínicas que causan trastornos físicos y emocionales con un elevado coste a nivel social.
Aunque vértigo cervical y mareo cervical se usen como términos sinónimos, los síntomas del vértigo son mareo que se asocia con una sensación de movimiento de los objetos alrededor del sujeto. Entre sus posibles causas esta alguna disfunción del oído.
Las causas del mareo son la interacción de los sistemas vestibular, visual, propioceptivo cervical y propioceptivo corporal y su integración en el Sistema Nervioso Central. La información contradictoria entre estos sistemas provocaría esta sensación de mareo o inestabilidad.
Índice
¿Qué son y síntomas de los mareos cervicales?
El mareo de origen cervical también llamado “cervicogénico”, se caracteriza por dolor en el cuello acompañándose de trastorno del equilibrio. Los mecanismos desencadenantes de estos síntomas, pueden deberse a una insuficiencia circulatoria a nivel de la columna cervical, alteraciones en los músculos cervicales, tendones o articulaciones.
El dolor cervical es debido a la inflamación y también puede estar comprometida la circulación de las arterias vertebrales, pudiendo provocar síntomas como desequilibrio, aturdimiento, inestabilidad sobre todo al mover el cuello, presión en la parte occipital de la cabeza con cefalea, entumecimiento y dificultad para conciliar el sueño debido al dolor.
Causas de los mareos cervicales
Las causas más frecuentes son, el latigazo cervical en vehículos (flexión – extensión brusca del cuello), la artritis y artrosis cervical, espasmo y rigidez acusada de la musculatura del cuello, hernias cervicales y traumatismos.
El paciente acude a la consulta debido a su trastorno del equilibrio. La historia clínica, resaltando si existen circunstancias desencadenantes, y una exploración física, además de las pruebas funcionales del equilibrio, nos orientan a establecer el diagnóstico del mareo cervical.
Tratamiento para mareos cervicales
El tratamiento difiere según el paciente, pero suele ser necesario acudir a rehabilitadores y/o fisioterapeutas. Si los síntomas de desequilibrio o inestabilidad son muy acusados, el médico puede prescribir sedantes durante 48 horas. También se pueden emplear otros fármacos como antiinflamatorios, analgésicos y vaso dilatadores para tratar los mareos cervicales.
La fisioterapia sirve, en su caso, para liberar la musculatura cervical con el objetivo de aliviar la compresión de la arteria vertebral y, de esta manera, reducir los síntomas. En la mayoría de los casos, los mareos cervicales van acompañados de un bloqueo cervical que disminuye la amplitud de giro de la cabeza.
Además de todos los síntomas ya comentados, también se puede presentar pesadez en los hombros y dolor en puntos gatillo de los trapecios. Lo más recomendable para esta sintomatología es tratarla desde dos frentes. Por un lado, liberando la tensión de la musculatura cervical mediante ejercicios de estiramientos y de educación postural. Por otro lado, la meditación, no solo para curar sino para prevenir esta enfermedad en un futuro. Con dedicar 10 minutos al día a técnicas de relajación es más que suficiente, pues la gran parte de las contracturas, tienen su origen en el estrés y la ansiedad.
En algunos casos, el profesional suele recomendar reposo relativo, pero solo durante los primeros días. Otro tratamiento que suele funcionar bastante bien para eliminar la tensión de las cervicales es emplear corrientes eléctricas, utilización de microondas y onda corta, además de los ultrasonidos. En los casos más complicados también se puede necesitar infiltraciones locales para suprimir el dolor.