Las deformidades de los dedos de los pies son más comunes de lo que parece, pues existe hoy en día una gran parte de la población que las padece. Estos dedos afectados, se ven raros a simple vista, además de acompañar el dolor en muchos casos. La mayoría de veces se puede apreciar la deformidad fácilmente, puesto que los dedos están doblados o torcidos particularmente hacía una dirección. Como norma general, lo más habitual es que afecte solamente a los cuatro dedos más pequeños, aunque raramente existen casos en los que el dedo índice también pueda verse perjudicado.
Esta seria de problemas en los dedos del pie suelen aparecer con el paso de los años y son más comunes en personas adultas. Las mujeres tienden a verse más afectadas que los hombres, ya que utilizan tacones altos o zapatos de puntas muy estrechas, lo que acarrea consecuencias a largo o corto plazo.[bctt tweet=» Es decir, una buena manera de evitar las deformidades de los dedos de los pies es utilizar un calzado cómodo y que calce bien. Asimismo, podremos evitar problemas de espalda derivados de los zapatos. » username=»»]
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¿Qué deformidades de los dedos del pie son las más frecuentes?
Las deformidades de los dedos del pie aparecen por distintas causas, pero normalmente es más frecuente por motivos tales como el tipo de estructura del pie, el calzado utilizado, los traumatismos y algunos procesos de enfermedades como por ejemplo la artritis reumatoide, un ataque cerebral y diabetes, entre otras. No obstante, también pueden darse lugar las deformidades por causas congénitas del mismo pie en cuestión o hereditarias.
Estas deformidades se diferencian anatómicamente entre ellas según la articulación a la que afecten. Generalmente, se producen callosidades, heridas e inflamaciones en las partes afectadas por la fricción.
De entre las deformidades de los dedos de los pies más comunes, podemos destacar tres de ellas:
Dedo en garra
Estamos hablando de una anomalía que suele estropear los cuatro dedos más pequeños a la vez. Como su nombre bien indica, los dedos adoptan una apariencia de garra. Es decir, éstos se doblan hacía arriba en la articulación dónde los dedos se unen con el resto del pie. Se tuercen hacía abajo en la articulación de en medio y en la más próxima a la punta de los dedos. Dando como resultado que los dedos de los pies se curven hacía el suelo.
Dedo en martillo
Se trata de una deformidad que suele ocurrir a menudo en los denominados juanetes. Los dedos del pie se tuercen en dirección al suelo en la articulación de en medio. Esto provoca que dicha articulación se eleve, incluso encima de otro dedo. Normalmente, es frecuente que afecte más al segundo dedo del pie, pero puede ocurrir igualmente en los demás dedos.
Dedo en maza
A diferencia de la anterior deformidad, el dedo de maza provoca que el dedo afectado se doble hacía abajo en la articulación más próxima a la punta. Del mismo modo que el dedo de martillo, comúnmente suele afectar al segundo dedo del pie. Sin embargo, esta anomalía no queda descartada para los otros dedos.
¿Qué pueden llegar a provocar las deformidades de los dedos del pie?
Las deformidades de los dedos antes mencionadas, no solamente afectan al aspecto físico de los mismos, sino que además pueden causar dolor y dificultad para encontrar calzado adecuado y que calce correctamente.
Otro de los síntomas más molestos son las rozaduras con el calzado que pueden dar lugar a callosidades, pues el dedo doblado puede presionar el dedo de al lado, el zapato o que la punta del dedo roce la suela. Asimismo, provocando enrojecimiento e inflamación en los dedos. En casos más graves, las deformidades de los dedos del pie pueden provocar un desequilibrio, así como serias dificultades para caminar.
Recomendaciones para evitar las deformidades de los dedos de los pies
No cabe duda que las lesiones de pie, juegan un papel importante en la movilidad del cuerpo, pero además son un importante referente estético. La mayoría de pacientes esconden sus dedos en la época estival, pues odian dejar los dedos deformados a la vista. Para no contribuir en la aparición de las deformidades citadas anteriormente, es esencial tomar una serie de precauciones con respecto a los pies. De esta forma, además de cuidar los dedos, beneficiaremos los talones, los tobillos y las extremidades inferiores en general, así como la espalda.
- Evitar comprar calzado que acabe en punta. Ten en cuenta que un calzado apropiado debe de tener suficiente espacio para los cinco dedos del pie, así que ha de ser amplio.
- Di «NO» a los tacones altos. En la medida de lo posible, trata de no comprar zapatos con tacón alto, pues estos además provocan dolor de espalda.
- Usa calzado cómodo y con una buena sujeción. Se aconseja probar siempre el calzado, puesto que éste ha de ser de la medida del pie, una sujeción correcta evitará traumatismos y caídas aparte de deformidades.
- Ejerce la flexibilidad de los pies. Realiza ejercicios con regularidad para ayudar a mantener las articulaciones flexibles y fuertes. Un ejemplo es enrollar una toalla utilizando los dedos de los pies.
- Utiliza plantillas personalizadas. Si padeces dolor de pies a menudo o crees descubrir anomalías en tus pisadas, acude a un profesional para que te realice un estudio de la marcha y te recete las plantillas adecuadas para tu caso.
- Cuida tus callos. En caso de ya poseer duricias, evita empeorarlas con almohadillas exclusivas contra la fricción. Nunca se deben cortar las callosidades, dado que podría producirse una infección.
¿Sufre dolor en los dedos de los pies o cree que se están deformando? No espere y acuda a un profesional. No olvide que la cirugía siempre es el último paso, pero si la dolencia se agrava, no habrá más remedio que recurrir a ella. Por eso es mejor solventar los problemas desde la raíz y a tiempo, hágalo antes de que llegue el verano y pueda enseñar sin miedo los dedos de los pies. Los traumatólogos expertos de la Clínica Martín Gómez estarán encantados de estudiar su caso y buscar una solución a medida. ¡No espere más y pida información en nuestro portal!
