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Portada » Lesiones de rodilla » Luxación de rótula
La luxación de rótula consiste en que la rótula pierde su sitio anatómico con respecto a la tróclea femoral. Se trata de una urgencia médica y se debe reducir o recolocar en su posición normal lo antes posible, lo cual en muchas ocasiones ocurre de camino al centro médico de manera espontánea.
La luxación de rótula es frecuente en deportistas, algunas causas que pueden provocar lesión de rótula son:
Hacer ejercicios y realizar un giro brusco de la rodilla, como cambiar la dirección cuando se corre con los pies muy fijos en el suelo, en este caso la rótula sale de su lugar. Si se produce un golpe directo sobre la rodilla, que tenga la suficiente fuerza para empujar la rótula fuera de su lugar.
También se puede luxar la rótula frente a un golpe directo que tenga la suficiente fuerza para empujarla fuera de su lugar.
Los principales síntomas que padece un paciente si tiene luxación de rótula son:
Al sufrir una luxación en la rótula es habitual que aparezca también una deformidad, ocasionada por encontrarse la rótula fuera de su posición habitual. En estos casos sería suficiente con palpar la zona afectada, aunque si la luxación es bastante fuerte se puede apreciar incluso a simple vista.
A nadie le sorprenderá que una lesión de este tipo suela venir acompañada de fuertes dolores. El problema es que se trata de un dolor que resulta realmente complicado de calmar, teniendo que recurrir casi de forma obligada a analgésicos.
El dolor todavía será mayor en aquellos casos en los que a la luxación le sigue una fractura, ya que aquí los pequeños fragmentos ocasionados por la rotura pueden provocar problemas de movilidad.
Podemos hablar de una luxación directa en aquellos casos en los que un fuerte traumatismo empuja de golpe la rótula desplazándola hacia fuera de su posición normal, rompiendo todos aquellos elementos que tiene alrededor y que se encargan de sujetar la rodilla.
Las luxaciones indirectas suelen darse principalmente en niños pequeños o en adolescentes, así como en personas que sufren de una rótula algo inestable. En estos casos, es posible que la lesión se produzca incluso sin necesidad de traumatismo a través de un mecanismo indirecto. Aquí suele aparecer por ejemplo al extender demasiado la rodilla o al realizar un cambio brusco en la dirección.
Este tratamiento está indicado en el primer episodio de luxación de rótula, siempre que el paciente no presente ninguna lesión en la superfice del cartílago rotuliano.
Está indicado en situaciones como: segundo o más episodios de luxación, persistencia de sensación de inestabilidad o lesiones ostocondrales.
En la mayoría de los casos la cirugía consiste en la reconstrucción del principal ligamento que estabiliza la rótula, esta intervención se suele llevar a cabo mediante artroscopia de rodilla.