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Clínica Martín Gómez está formado por un equipo de grandes profesionales especialistas en medicina deportiva, que aúnan sus años de experiencia junto con la atención personalizada para dar al paciente su mejor tratamiento, individualizado, rápido y con la garantía que proporciona la eficacia de nuestra plantilla de médicos del deporte y traumatólogos, para tratar cualquier de las lesiones deportivas que existen.
En la Clínica Martín Gómez realizamos más de 600 intervenciones quirúrgicas anuales y recibimos 70 pacientes de media a diario. Nuestra experiencia nos da la seguridad para tratar las enfermedades y lesiones deportivas desde la conciencia de a que nos enfrentamos diariamente. Nosotros entendemos la complejidad de la lesión, y que cada una se debe analizar, diagnosticar y tratar como un nuevo caso, ya que las variables que le afectan son muy diversas y, por tanto, no hay dos lesiones iguales. De las intervenciones anuales, más de 100 son operaciones del ligamento cruzado. Esto nos sitúa como la clínica privada traumatológica con mayor número de cirugías de rodilla y mayor experiencia en esta importante zona. Los ligamentos cruzados anterior y posterior son dos de los cuatro ligamentos principales de la rodilla, y ellos son los encargados de proveer a la rodilla una estabilidad rotacional, especialmente importante en bajadas de cuesta. Gracias a nuestro equipo podremos darte el mejor tratamiento para solucionar esta lesión y solucionarlo tanto a nivel deportivo profesional como aficionados al deporte.
La medicina deportiva, o medicina del deporte es una especialidad que comenzó en los antiguos imperios de Sumeria y Egipto, y presentó un gran avance y fama en los tiempos de los periodos helénico y romano gracias a las conocidas Olimpiadas, entre otros motivos. La medicina deportiva es una especialidad compuesta de diversas disciplinas como anatomía, fisiología, biomecánica del ejercicio, psicología, nutrición, entrenamiento en el deporte… entre otras. En ella deben enlazarse los conocimientos teóricos y prácticos del médico junto con el entendimiento de los efectos del ejercicio físico y el entrenamiento. Dependiendo del objetivo que se persigue podemos diferenciarla en tres categorías:
• Orientadora: Busca conseguir las habilidades y destrezas óptimas para una persona que quiera seguir un programa de ejercicio y entrenamiento con la meta de lograr una correcta acción como pueda ser por ejemplo mejorar su marca de 100 metros lisos o realizar 30 minutos de trote seguidos.
• Preventiva: Aquí se trabaja para disponer que un sujeto logre evitar una lesión o enfermedad, o mitigar el daño en caso de que esta suceda. Esta parte de la medicina deportiva puede mejorar notablemente la salud de la población brindado tanto una mayor esperanza de vida como una mejor calidad de la misma.
• Curativa: Esta última se lleva a cabo tras una lesión provocada, normalmente, durante la práctica deportiva. El experto analiza y determina la lesión, la atiende y procede a realizarle una curación terapéutica o, en ciertas ocasiones, a derivar al lesionado a un traumatólogo. Partiendo de estas categorías, el médico del deporte puede llevar a cabo diversas funciones como:
• Estudio y desarrollo de factores de mejora del rendimiento deportivo, destacando la adaptación al entrenamiento deportivo, la nutrición, hidratación y farmacología deportivas
• La valoración de la forma física para trabajar en la prevención de posibles enfermedades y lesiones, o simplemente trabajar su mejora física para brindar una mejor calidad de vida.
• La asistencia médica a los equipos deportivos, llevando a su vez funciones de traumatología deportiva o realizando tratamientos terapéuticos que ayuden a la rehabilitación del afectado.
Es la lesión que daña a un tendón y que puede alterarlo o inflamarlo. Esta inflamación del tendón no se da en todos los casos por lo que algunos expertos prefieren el uso de tendinopatía o tendinosis. Las tendinitis más comunes son la tendinitis de hombro, la rotuliana, la de rodilla, tendinitis de muñeca, de tendón rotuliano, o la tendinitis del tendón de Aquiles. Por lo general, el consumo de unos antiinflamatorios recetados por el médico deberían ser suficientes acompañados de unas sesiones de fisioterapia. En muy rara ocasión es necesaria la cirugía.
El esguince es la lesión que se produce en los ligamentos que rodean y movilizan una articulación. Los ligamentos tienen unas fibras fuertes y flexibles pero estos pueden verse dañados cuando hay una distensión, una hiperextensión, o una torcedura que vaya acompañada de moratones, inflamación y/o dolor. Es una de las lesiones más habituales ya que se da tanto en la práctica deportiva como en la actividad física diaria. Ante este tipo de casos, siempre es recomendable la consulta de un médico especialista, especialmente en el caso de que sea la primera vez que le ocurre.
La fractura de hueso es una separación o ruptura ósea. Cuando el hueso no llega a seccionarse totalmente, se le denomina fractura imcomplenta o fisura, y si las partes del hueso llegan a separarse se le conoce como fractura con desplazamiento. Para una correcta recuperación de esta lesión se recomienda evitar cualquier movimiento de la zona afectada. El médico debe proceder a recolocar el hueso en su posición para posteriormente poder inmovilizarlo y que comience el proceso de reparación natural del hueso. En el caso de que el hueso afectado sea de una gran envergadura o que haya sido fracturado en 3 o más partes, el médico traumatólogo realizará una cirugía que inmovilice el hueso durante el proceso de curación mediante clavos o placas.
La luxación o dislocación es una lesión donde dos huesos de una misma articulación se separen acarreando posibles daños en nervios y ligamentos. Aunque las causas de esta lesión pueden ser muy diversas, el impacto súbito en la articulación (como en una caída) es la más común. Cuando esta situación se presente, en ningún caso debe intentar recolocar la articulación, siempre hay que acudir a un médico con urgencia.
El calambre muscular es una contracción del músculo sin ninguna voluntad de realizarlo, suele ser repentino y repetitivo. Su principal causa es el ejercicio, y se dan después de estimular esos músculos repetidamente o en exceso. También pueden darse réplicas a lo largo del día o durante la noche. Normalmente, estos calambres musculares no presentan ningún problema y no son nocivos, pero hay ciertos casos donde debe ponerse en contacto con un profesional sanitario como cuando son muy agudos, no mejoran con estiramientos e hidratación, su frecuencia es demasiado alta o el tiempo que se sufren es demasiado largo