Como ya hemos comentado en otro artículo, la rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo humano, lo que hace que el número de lesiones de rodilla sea grande y muy variado. Una bastante habitual es la tendinitis poplítea, una lesión que puede limitar mucho la vida diaria. Os traemos información sobre las causas y los tratamientos.
Índice
Cuáles son los músculos poplíteos y dónde están
El poplíteo es un músculo pequeño con forma triangular, cuya función es la flexión y rotación de la pierna, siendo la causa más frecuente de lesión es la sobrecarga. De hecho, ayuda a mantener la rodilla estable y actúa como su rotador cuando se flexiona la articulación. En otras palabras, actúa como “sistema antibloqueo” de la rodilla cuando andamos o corremos.
Para saber dónde se encuentra, podemos agacharnos y llevar la mano a la zona posterior de la rodilla. Seguramente lo que toques sea el gemelo pero debajo del gemelo externo es donde se sitúa el músculo poplíteo. Es un músculo pequeño, corto, aplanado y triangular. Está compuesto de una parte muscular, extra articular, y otra tendinosa, intraarticular.
Qué es la tendinitis poplítea
La tendinitis poplítea es una inflamación producido en el tendón poplíteo en la rodilla. El tendón poplíteo va desde la parte baja de la cara posterior del fémur en el muslo, pasa por la cara posterior de la rodilla y llega hasta la parte superior de la cara frontal de la espinilla. El tendón poplíteo evita que al correr, la parte inferior de la pierna se tuerza hacia fuera. Como ocurre con la tendinitis rotuliana, se trata de una lesión bastante habitual entre deportistas.
Causas
Normalmente, la tendinitis poplítea aparece cuando los pies se tuercen hacia dentro. Otra causa que también puede provocarla es correr por una pendiente, que ocasione un desgarro en el tendón poplíteo, por la presión excesiva que dicha acción ejerce, sobre el tendón.
Síntomas
Los principales síntomas de la tendinitis poplítea son la inflamación, dolor y mayor sensibilidad en la parte externa de la rodilla. Si ignoramos el dolor y seguimos haciendo deporte la inflamación puede ir a peor. Con el tiempo, esto puede causar la formación de un tejido cicatrizal. Este tejido cicatrizal puede producir que cada vez que hagamos deporte el dolor vuelva a aparecer.
Tratamiento
Como pasa en otras tendinitis, no es una lesión grave y en unas pocas semanas estaremos ya perfectamente. A continuación, vamos a dar una serie de pautas para mejorar más rápidamente:
- La parte más importante para el tratamiento de la tendinitis es el descanso. Tener la pierna en reposo disminuye la inflamación y evita que la tendinitis empeore. Cuando el dolor haya disminuido, lentamente empezaremos a realizar los movimientos habituales.
- Aplicar frío sobre la zona dolorida. El hielo encoge los vasos sanguíneos, disminuyendo la inflamación. Podemos introducir hielo en una bolsa y envolverla en una toalla para no aplicarlo directamente sobre la piel. Debemos dejarla durante 15 o 20 minutos en cada hora y tantas veces como sea necesario.
- En algunos casos se puede vendar la rodilla con un vendaje elástico para evitar el movimiento.
- Colocar la pierna elevada sobre un banco o una almohada para ayudar a reducir la hinchazón.
- Tomar algún medicamento como ibuprofeno y acetaminofén para aliviar su dolor. Aunque no requieren receta, es recomendable que sea un médico quien asesore antes de tomar los medicamentos.
- Una vez hayamos mejorado, podemos recibir algunas sesiones de fisioterapia. Esto va a hacer que mejoremos mucho más rápido y se acorten los plazos de recuperación.
- Se pueden usar ultrasonido para aumentar el flujo de sangre hacia la zona dañada.
- Si la lesión vienen causada por problemas en la pisada, se puede recomendar el uso de plantillas especiales para reforzar la parte que rodea al talón.
Una vez nos hayamos recuperado los primeros ejercicios que realicemos deben ir siempre acompañados de estiramientos. Esto hará que se suelten los músculos, especialmente el músculo del tendón de la corva, ubicado el parte posterior del muslo. El estiramiento también disminuirá el estrés sobre el tendón poplíteo. Además deberemos evitar correr cuesta abajo al menos durante las 3 semanas siguientes de haber empezado con autorización del médico, a correr nuevamente.
Esto es todo. Esperamos que sea de ayuda este artículo para todas esas personas que están sufriendo esta lesión. Para más información, no dude en escribirnos o consultar a nuestros traumatólogo especialista en rodilla.