Ya hemos escrito otros artículos donde hablamos sobre las lesiones del ligamento cruzado anterior, ligamento cruzado posterior o el esguince de rodilla. Sin embargo, no habíamos escrito nada sobre los casos en el que paciente tiene una rotura parcial del ligamento cruzado anterior. Vamos a ver cómo se trata y las causas.
Índice
Qué hacer si sufrimos una rotura parcial del ligamento cruzado anterior
Lo primero que debemos saber, es que los síntomas son muy parecidos a la rotura total, por lo que es necesario hacer pruebas médicas, como resonancias magnéticas, para asegurarnos del diagnóstico. Una vez se confirme que está roto parcialmente, pasaremos a ver el tratamiento a seguir. Es posible que si buscas información, encuentres médicos que aconsejan no operar, siguiendo una rehabilitación, y haya otros que recomienden una operación lo antes posible. Veamos los motivos.
Se tienen que operar todas las lesiones parciales del LCA
Sin duda, lo que hay que hacer si tenemos la sospecha de tener roto el LCA es acudir al traumatólogo especialista en lesiones de rodilla. Tendrá que hacer un estudio de la estabilidad de la rodilla y hará unas pruebas médicas para asegurarse de qué tipo de lesión hay. Una vez se confirme hay que valorar cuál es la actividad del paciente, si practica algún tipo de deporte, cómo se siente,… Una vez se valoren todos estos factores, es cuando se determina si hay que operar o no.
A continuación, veremos cuáles son los pros y los contras de operar o seguir un tratamiento conservador de sesiones de rehabilitación.
Tratamiento conservador: reposo, rehabilitación y musculación
Este tratamiento es perfecto para pacientes que no tenga una actividad diaria muy exigente para la rodilla o no practiquen deporte. Consiste primero en descansar hasta que desaparezca el dolor, para a continuación, empezar a rehabilitar la articulación y reforzar la musculatura, sobre todo del cuádriceps. Con esto buscamos dar más estabilidad a la rodilla.
El problema es que hasta ahora también hay médicos que han tratado así a pacientes que practican deporte de manera habitual. Tras el tratamiento, al inicio se puede ver como la rodilla aguanta los giros y los cambios de dirección bruscos. Aunque debemos saber que a largo plazo los pacientes terminan por sufrir un rotura total del ligamento cruzado anterior, junto con otras lesiones asociadas como rotura de otros ligamentos o los meniscos.
Cirugía de parte del ligamento cruzado anterior mediante artroscopia
Una técnica quirúrgica que ha modificado sustancialmente la medicina es la artroscopia de rodilla. Esta técnica ha permitido intervenciones menos invasivas y periodos de recuperación mucho más cortos. Además ha servido para poder usar otros tendones, como el isquiotibial, para reemplazar parte del LCA que está roto, permitiendo mantener la parte intacta.
Esta técnica de sustituir solo la parte rota, se la conoce como aumentación del ligamento cruzado anterior. Su gran ventaja es que el periodo de recuperación es mucho menor que en una reconstrucción completa. También sirve para reducir los riesgos de lesiones más graves de otras estructuras de la rodilla.
Esta intervención esta recomendada para pacientes que practiquen deporte o su actividad diaria requiera de tener una rodilla estable.
Esperamos que el artículo haya sido de interés y sirva para despejar las dudas que hay sobre esta lesión. Sin embargo, recuerda que la rodilla es la articulación del cuerpo humano más complejo, por lo que debe ser un especialista el que valore cuál de los tratamientos será el más conveniente para cada caso.
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