Las luxaciones suceden cuando una articulación se desalinea respecto a su posición normal. Cuando se produce en la cadera es necesaria atención médica de inmediato, ya que es una lesión muy dolorosa, posiblemente la lesión de cadera que más causa. En este artículo vamos ver todo sobre la luxación de cadera y cómo podemos tratarla.
Índice
Por qué se produce la luxación de cadera
En la mayor parte de los casos de luxación de cadera, se producen cuando la cabeza del fémur es empujada hacia atrás. Suele suceder cuando la rodilla y la cadera están flexionadas, por ejemplo cuando estamos sentados, y recibimos un golpe fuerte en la rodilla una fuerza de gran energía golpea la rodilla. Es una lesión habitual cuando tenemos un accidente de coche y la rodilla choca contra el salpicadero. También se puede ocasionar al caer desde mucha altura, por una escaleras o en deportes de contacto, como rugby o fútbol. En personas de edad avanzada, se puede luxar la cadera sin necesidad de tanta fuerza.
El golpe que causa las luxaciones de cadera, suele ir acompañado de otras lesiones. Lo más frecuente es que la luxación vaya acompañada de fractura de pelvis, pierna o rodilla, lesiones en la espalda o traumatismos craneoencefálicos. Otro caso frecuente, se en los niños que nace con la cadera luxada, también llamada displasia de cadera. Si no se detecta a tiempo, puede que el niño no camine con normalidad, alterando el desarrollo normal de la cadera.
Más consecuencias de cuando se luxa la cadera, son lesiones en los nervios, por ejemplo en el nervio ciático. Esto puede afectar al suministro de sangre a la cabeza del fémur, causando una necrosis en la cadera.
Síntomas
El principal síntoma de las dislocaciones de cadera es un dolor muy intenso en la zona lateral de la cadera y la imposibilidad para poder mover la pierna.
En los casos en que el fémur está desplazado hacia atrás, la pierna parece más corta y estar girada hacia adentro. Cuando el fémur se desplaza hacia delante, la pierna parece girada hacia afuera.
Si en la luxación se ven afectados los nervios, partes del tobillo y el pie pueden perder la sensibilidad.
Diagnóstico
Lo primero que debemos hacer si se sospecha que hay una luxación de cadera, es no mover al paciente, y trasladarlo lo más rápido posible a un hospital.
El diagnóstico por parte del médico suele ser rápido, ya que los síntomas de esta lesión suelen ser claros (dolor intenso en la cadera y pierna inmóvil). Sin embargo, el especialista se suele apoyar en pruebas médicas para ver si hay lesiones adicionales, como posibles fracturas de hueso. Lo habitual es que se realice una radiografía o un TAC, donde se pueda ver que solo se sufre una luxación.
Tratamiento
A la hora de hablar de tratamientos, primero vamos a distinguir entre los dos posibles casos que se pueden dar: que no haya más lesiones asociadas y que la luxación vaya acompañada de una fractura.
Si no hay más lesiones, el especialista volverá a colocar la cadera en su posición correcta, lo que normalmente se llama reducción. Esto se debe hacer lo más rápido posible, ya que cualquier retraso puede incrementar las posibilidades de que el tejido óseo muera. Lo normal es que no sea necesaria una intervención quirúrgica.
Antes de colocar la cadera, se suele aplicar un sedante, un analgésico y un relajante muscular, permaneciendo el paciente consciente. En algunos casos se puede aplicar anestesia general o inyectar un anestésico en la zona de la médula espinal para que el paciente no tenga sensibilidad de cintura para abajo. La persona se tumba boca arriba, por lo general sobre una superficie rígida o en el suelo, y el especialista flexiona suavemente la cadera, traccionando el fémur hacia arriba.
Una vez se ha recolocado la cadera, se debe hacer una radiografía para asegurarnos de que no hay ninguna fractura asociada a la luxación. A continuación, se suele vendar la pierna para inmovilizarla o se apoye el pie en el suelo.
Tras realizar la reducción, en la mayoría de los casos con luxación posterior de cadera se puede volver a andar a los 5-7 días, aunque los primeros días hará falta la ayuda de unas muletas. El reposo en la cama no es recomendable, ya que aumenta las posibilidades de que aparezcan complicaciones, como la formación de coágulos de sangre.
En los casos donde se producen otros daños, se puede necesitar pasar por quirófano. Después de la operación, será necesario recibir sesiones de fisioterapia para poder rehabilitar el movimiento lo antes posible.
Cómo prevenir la dislocación de cadera
En el caso de la dislocación de cadera durante la actividad física, se pueden tomar una serie de medidas para evitar esta lesión deportiva:
- Realizar un buen calentamiento antes de empezar la actividad física
- Hacer ejercicios que aumenten la flexibilidad de las articulaciones y la resistencia de los ligamentos
- Fortalecer la musculatura de la cadera
- En caso de deportes de contacto, usar elementos de protección
- Utilizar calzado cómodo