Como traumatólogos, estamos acostumbrados a ver todo tipo de lesiones. Una de las más frecuentes en las urgencias son las lesiones óseas. Son muchos los tipos de fracturas de hueso que existe pero en este artículo nos queremos centrar en la fractura de Monteggia. A continuación, veremos de qué se trata, cuáles son los síntomas y los posibles tratamientos a seguir.
Índice
Qué es la fractura de Monteggia
La fractura de Monteggia son un conjunto de lesiones óseas que se producen en el antebrazo, y que se caracterizan por una luxación radio a nivel de la cúpula radial acompañado de una fractura del cúbito.
Esta lesión se definió en 1814, y como hemos comentado, consiste en la fractura del tercio proximal del cúbito junto con la luxación anterior de la articulación radiocubital proximal. Se suele presentar en niños, y su rápido diagnóstico es fundamental para conseguir buenos resultados en el tratamiento y recuperación.
Fue Giovanni Batista Monteggia, en 1814, quien definió por primera vez este tipo de fractura, que consistía en una luxación junto con fractura del tercio proximal del cúbito. Esta fractura supone entre el 0,4 y el 5 % de todas las fracturas del antebrazo que se producen. Como hemos dicho, la mayoría de casos se da en niños de entre los 4 y 10 años.
Con posterioridad, se definió esta lesión como un grupo de afecciones óseas que presentan comúnmente luxación de la articulación radio-humeral, junto con una fractura del radio y del cúbito a varios niveles. Se clasificó la luxo-fractura de Monteggia en 4 tipos diferentes:
- Tipo I– Fractura del tercio proximal o medio del cúbito con angulación anterior de los fragmentos fracturados y luxación anterior de la cúpula radial.
- Tipo II– Fractura del tercio proximal o medio del cúbito con angulación posterior de los fragmentos fracturados y luxación posterior o posterolateral de la cúpula radial.
- Tipo III– Fractura metafisiaria del cúbito con dislocación lateral o anterolateral de la cúpula radial.
- Tipo IV– Fractura del tercio proximal o medio del cúbito y el radio con luxación anterior de la cúpula radial.
Diagnóstico
La fractura en el cúbito se puede diagnosticar de manera clínica y radiológicamente sin ningún tipo de problema. Sin embargo, en algunos casos la luxación o subluxación de la cúpula radial puede pasar desapercibida. Entre el 25 y el 50 % de los casos no se suele diagnosticar, ya que no se realizan radiografías del codo o no se detectan tempranamente, acabando por convertirse en una luxación crónica.
Debido a lo poco frecuente de esta lesión y a la complejidad que en ocasiones puede presentar, tanto el diagnóstico como el tratamiento se suelen salir de lo habitual.
Síntomas
La lesión de Monteggia provoca la aparición de un dolor muy intenso, limitación del rango de movilidad del codo y cúbito valgo inestable. En el niño, esta lesión, raras veces es dolorosa, y a pesar de que puede limitar en cierta medida la pronación del antebrazo, no suele ocasionar grandes limitaciones funcionales.
No obstante, a consecuencia del continuo crecimiento del radio luxado, el cúbito puede desviarse en valgo y la cabeza del radio deformarse de manera que distorsione el músculo supinador . Este hecho puede suponer una compresión del nervio interóseo posterior o del nervio radial, dando lugar a una neuropatía progresiva10. Por estos motivos, se recomienda la reducción y reconstrucción de estas lesiones en los niños.
Tratamiento
En niños, se obtiene un buen resultado con tratamientos ortopédicos: reducción mediante la tracción de la muñeca y contracción de la zona supracondílea con el codo en flexión de 90 grados, junto con una inmovilización con yeso durante unas 8 semanas.
En adultos, el tratamiento ortopédico tiene una alta tasa de fracaso, por lo que se suele optar por el tratamiento quirúrgico. Lo más aconsejable es la ostesíntesis temprana del cúbito, con una placa con tornillos. Al reducirse la angulación del cúbito, resulta fácil la reposición incruenta de la cabeza radial.
No obstante, existe la posibilidad de que el ligamento anular, desgarrado en la luxación de la cabeza del radio, se interponga. Si esto ocurre, es necesario a proceder a una reducción abierta. Si después de la cirugía existen dudas de la estabilidad de la cabeza del radio, se completa el tratamiento con un yeso que se debe llevar durante al menos 6 semanas.