Muchos pacientes que llegan a nuestra consulta llegan con dolor de codo para que les hagamos un reconocimiento para saber qué les está pasando. Vamos a ver en este artículo las principales causas que pueden estar causando la lesión en el codo.
Índice
Articulación del codo
La articulación del codo está compuesta por huesos, cartílagos, ligamentos y líquidos. Los músculos y los tendones son los encargados del movimiento de la articulación. Cuando alguno de estos componentes se lesiona por algún motivo, es cuando aparecen la dolencia en el codo.
El antebrazo está compuesto por dos huesos, el cúbito y el radio, que se articulan entre sí en sus extremos superior e inferior para hacer posible la pronosupinación. El movimiento de pronosupinación depende, no sólo de la perfecta integridad de las articulaciones radiocubitales superior e inferior, sino también exige la normalidad en toda la longitud de ambos huesos, así como la presencia de las incurvaciones anatómicas del radio.
Principales causas del dolor de codo
Son muchos lo motivos que pueden producir dolor en el codo. Una de las más habituales es la tendinitis, inflamación de los tendones que unen los músculos al hueso. La tendinitis en el codo suele ser bastante frecuente entre deportistas, especialmente en deportes donde hay que utilizar algún tipo de aparato como el tenis o el golf. Otra causa de la tendinitis es por un uso excesivo del codo.
Aunque hablaremos de ellas más adelante, otros motivos del dolor en el codo son las distensiones, torceduras, fracturas, dislocaciones, bursitis y artritis. El tratamiento irá en función de qué lesión lo esté provocando.
Son varias las lesiones que pueden estar causando dolor en el codo. Las más frecuentes son:
Bursitis
La bursitis es una inflamación de la bursa, una pequeña bolsa de rellena de líquido, que puede llegar a ser bastante doloroso. Sirven para amortiguar el hueso, los tendones y los músculos de la articulación.
La bursitis suele ser muy frecuente en el hombro, el codo y la cadera, aunque también se puede presentar alrededor de la rodilla, el talón y la base del dedo gordo del pie. La bursitis ocurre cuando las articulaciones realizan movimientos repetitivos de forma frecuente, por lo que es habitual entre deportistas.
El tratamiento para esta lesión es el reposo y la mejora en la técnica de ejecución de los movimientos. Solo en casos muy reducidos se tiene que hacer una intervención quirúrgica.
Artrosis de codo
Se da con más frecuencia en la rodilla y la cadera. En el codo provoca poco dolor, aunque causa limitación en la movilidad. Si se crean osteofitos a nivel del canal epitrócleocraniano puede producir un compromiso del nervio cubital que necesitará de cirugía.
La artrosis de codo también puede afectar a la articulación húmero radial y producir alteraciones a nivel de la cabeza del radio, en ocasiones relacionada con traumatismos repetidos.
La bueno es que la artrosis del codo se puede tratar. La artrosis va empeorando con los años, por lo que lo habitual es que el tratamiento combine varias técnicas y vaya cambiando con el tiempo. En algunos pacientes, basta con modificaciones del estilo de vida, la medicación y la fisioterapia para aliviar el dolor y no tener que pasar por quirófano. En otros pacientes, la artroplastia de codo es la única solución posible.
Artritis
La artritis reumatoide es la inflamación de la membrana sinovial, que es la que revista la articulación. Esta inflamación va liberando sustancias químicas que engrosan la membrana sinovial y van dañando tanto al cartílago como al hueso. Suele ir acompañado de bastante dolor y de una hinchazón.
El tratamiento va dirigido a aliviar el dolor y a mejorar la calidad de vida de las personas que las padecen. En algunos casos más graves se puede llegar a cabo una intervención quirúrgica.
Epicondilitis
La epicondilitis es una patología que provoca dolor en los músculos extensores del antebrazo. La causa duele ser un esfuerzo reiterado de los músculos extensores como se produce en los jugadores de tenis. Por este motivo, se le conoce como «codo de tenis». La lesión corresponde a un deterioro de la estructura de la colágena.
Los síntomas se caracterizan por dolor en la cara externa del codo irradiado hasta el dorso del antebrazo. Se suele acentuar cuando se fuerzan los músculos extensores manteniendo el antebrazo en pronación. Cuando se realiza una exploración se puede encontrar un punto doloroso a nivel del epicóndilo.
El tratamiento suele consistir en descanso. Si no remite el dolor se puede recurrirse a las infiltraciones de la inserción epicondílea de los músculos extensores. Si tampoco funciona este tratamiento, será necesario pasar a un tratamiento quirúrgico de la desinserción del origen de estos músculos.
Epitrocleitis
La epitrocleitis se produce al doblar la muñeca forzándola de manera repetida. Son muchos los deportes en los que suele suceder este movimiento. Por ejemplo, una mala técnica cuando se golpea la pelota de golf puede provocar esta inflamación, de ahí el nombre de «codo de golfista». El dolor se localiza en la parte interna del codo y en el antebrazo. Se acentúa cuando se flexiona la palma hacia la muñeca.
Al igual que en el caso de la tendinitis anterior, el tratamiento va a consistir en descanso y tomar algún antiinflamatorio. Cuando esto no funcione, será necesario hacer una pequeña operación. Una vez se haya mejorado, es necesario mejorar la técnica con el palo para no volver a sufrir una recaída.
Diagnóstico del dolor en el codo
Para el diagnóstico de todas estas lesiones, el especialista primero hará una evaluación de cómo se produjo el dolor y hará una exploración en la zona. Además se puede solicitar alguna prueba médica complementaria para estar más seguros de que se trata. Esas pruebas son:
- Artrografía directa
- Radiografía
- Resonancia magnética del brazo
Y esto es todo sobre el dolor de codo. Esperamos que os haya servido de ayuda y recordamos que hay que acudir a un profesional para el correcto diagnóstico.