El desgaste de nuestras articulaciones sucede con el paso de los años y es algo que ocurre de manera natural. Eso si, como las lesiones articulares pueden llegar a ser muy molestas, merece la pena tomar las medidas para retrasar dicho desgaste. Si sabemos cómo evitar el desgaste de las articulaciones se puede retrasar el momento de presentación de los primeros síntomas.
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¿Es natural el desgaste de las articulaciones?
Se estima que unos 8 millones de españoles tienen algún tipo de patología que afecta a las articulaciones. Es cierto que son varias las causas que influyen en el deterioro de este tejido y que algunos de ellos no se pueden controlar, como los antecedentes familiares o el ir sumando años. Sin embargo, también hay muchas otras que si se pueden frenar, y cuanto antes empieces mejor para evitar su desgaste.
Todo desgaste de las articulaciones no es natural sino que hay enfermedades que pueden provocarlo o acelerarlo, como la enfermedad de Paget o tras sufrir infecciones articulares. Además las personas que fuerzan sus articulaciones de manera repetitiva, en ciertos deportes o trabajos, pueden sufrir los primeros síntomas del desgaste de la articulación mucho antes.
Por ejemplo, un futbolista profesional puede presentar síntomas de desgaste de su articulación del tobillo con sólo 30 años. Otro factor que está muy implicado en el desarrollo de este desgaste es el peso corporal, de esta manera el primer consejo médico para evitar el progreso de la enfermedad es evitar el sobrepeso.
Cómo evitar el desgaste de las articulaciones
Evitar que se carguen
Si seguimos los siguientes consejos podemos mantener jóvenes las articulaciones durante más tiempo. Algunos factores que debemos a tener en cuenta son:
- ¿Tienes sobrepeso? Es necesario estar en un peso correcto. Con solo tener un 20% de sobrepeso se multiplica por diez el riesgo de que el cartílago se desgaste provocando artrosis. Y es que son las articulaciones las que terminan ‘soportando’ todo este peso extra.
- ¿Tienes dolores al levantarte? Un colchón demasiado blando que haga que la espalda se curve ligeramente puede causar molestias articulares en esta zona. Debemos elegir uno que sea firme. Además, para evitar esas molestias, lo más adecuado es dormir de lado con las rodillas ligeramente flexionadas.
- ¿Sueles salir a correr? Hay que tener en cuenta que al correr nuestros pies impactan con el suelo con fuerza y eso, con el paso del tiempo puede afectar a las rodillas. Para suavizar el impacto, es importante uilizar zapatillas con suelas gruesas y, si no llevan amortiguación, coloca taloneras de silicona.
- ¿Pasamos muchas horas sentados? Debemos procurar que el asiento sea alto y que tenga el respaldo recto o con una curva en la zona lumbar. Lo que menos conviene son los asientos o sofás muy blandos, que incrementan la presión en las articulaciones.
Ejercitar las articulaciones
Hacer cada día ejercicios para movilizar manos, caderas, rodillas y cervicales, realizando movimientos lentos y controlados, ayuda a mantener lubricadas las articulaciones. Sin embargo, repetir otros movimientos demasiadas veces puede causar su desgaste. Si no puedes evitar esa repetición, como pasa en muchas profesiones como coser, limpiar o teclear, intenta no hacerlos de forma brusca e intercala periodos de reposo.
Algunos ejercicios buenos para ‘lubricar’ las articulaciones son los siguientes:
- Rodilla. Tumbado y llevar las rodillas hacia el abdomen. Después elevar las piernas de forma alterna.
- Cervicales. Inclinar con suavidad la cabeza hacia delante y hacia atrás. Luego girarla hacia los lados.
- Manos. Cerrar los puños y hacer movimientos circulares, primero a la derecha y después a la izquierda.
Tomar antiinflamotorios y analgésicos
Cuando empieza a aparecer los primeros síntomas, se pueden tomar medicamentos que alivien. También se puede tomar jengibre, que tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, resultando ideal para aliviar el dolor que afecta a las articulaciones.
¿Cuáles son los primeros síntomas?
Los síntomas van apareciendo de manera gradual, siendo el dolor el primer síntoma. Puede afectar a cualquiera de las articulaciones cadera, hombro o rodillas. Este dolor va en aumento con la práctica de ejercicio. Además, es típico levantarse con bastante problemas para mover la articulación afecta, que suele ir mejorando tras haber iniciado el movimiento.
¿Qué hacer cuando aparecen los primeros síntomas?
Cuando los primeros síntomas empiezan a aparecer, es recomendable consultar a un especialista que nos pueda aconsejar cuáles son los ejercicios más recomendables en función de cuál es la articulación que esté desgastada. De la misma manera, el médico traumatólogo podrá descartar causas secundarias de este desgaste que se puedan tratar. Además, el traumatólogo es el único capacitado para prescribir el tratamiento adecuado para cada uno de los pacientes.
Todas estas medidas evitarán o, al menos, retrasarán el que la articulación se siga dañando para evitar tener que tomar tratamientos más complejos, como tener que intervenir quirúrgicamente, donde, sobre todo, la cadera y la rodilla, se suelen sustituir por una prótesis artificial. De todas maneras, si se llega a este momento, debemos estar tranquilos, ya que por lo general, da muy buenos resultados, mejorando la funcionalidad de la articulación y, por tanto, los síntomas. La mejora en la calidad de vida de los pacientes suele ser sustancial.