En qué mano llevar la muleta

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Clínica Martín Gómez - Traumatólogos

Clínica de traumatología en Granada

Una de las dudas con las que nos encontramos en nuestra consultas, especialmente en pacientes después de operarse, es ¿cómo utilizar una muleta para evitar lesiones? o ¿en qué mano llevar la muleta? Si tenemos alguna lesión articular en las piernas o debido a algún traumatismo crónico que nos dificulta movernos con normalidad necesitamos un apoyo, podemos usar una única muleta.

Hoy queremos dar toda la información necesaria para llevar la muleta de la manera más correcta posible, evitando imprevistos y otras lesiones asociadas por el mal uso.

Cómo utilizar una muleta

Seguramente nos hayamos planteado que el uso de una sola muleta se realiza para suplir la pierna lesionada o en proceso de cura; nada más lejos de la realidad. Si optamos por usar una única muleta es porque podemos mantener los dos pies apoyados en el suelo y el uso que debemos darle a este accesorio es meramente de soporte.

Vamos a explicar paso a paso cómo llevar una muleta para evitar agravarla lesión o caer al suelo.

Dónde colocar la muleta

La muleta debe situarse en el brazo opuesto al de la pierna lesionada. No buscamos que sustituya la pierna, sino que tenga un apoyo para poder seguir utilizándola. Esto provoca que podamos inclinarnos mejor hacia el lado opuesto de la lesión. No obstante, hay que recordar que debemos intentar apoyar lo mínimo posible la pierna lesionada o en proceso de cura.

De todos modos, si sentimos dolor al apoyar la pierna, deberemos consultarlo con el traumatólogo. Es posible que no sea buena idea utilizar una única muleta todavía.

Deberemos ajustar la muleta a nuestra altura según el tipo de muleta que estemos utilizando. Es importante elegir la opción que más se ajuste a nuestras necesidades y en función del diseño y características, para que no sea necesaria ajustarla.

Una vez su muleta esté ajustada, debemos colocarla a una distancia lateral de aproximadamente 10 cm de la pierna sana y así obtendremos una buena estabilidad.

Un truco fácil para evitar que se caiga la muleta al suelo cuando la dejamos apoya, debemos colocarla al revés, y apoyarla por la parte superior de las muletas. De esta manera vamos a evitar que la muleta esté cayéndose constantemente.

Cómo caminar con una muleta

Para empezar a andar, deberemos adelantar la muleta a la vez que lo hace la pierna lesionada. Después adelantar la pierna sana sujetando la muleta con firmeza. Debemos recordar que los pies no deben adelantar nunca a la muleta y que el ritmo debe ser lento y con cautela.

Subir y bajar escaleras con una muleta

Caminar en llano con una muleta requiere práctica, pero es relativamente fácil conseguir una marcha libre de lesiones y problemas. Por otro lado, subir escaleras sí que complica la situación, y por ello deberemos tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Asegurarnos de que hay una baranda a la que sujetarse. De no ser así, lo mejor sería que usar dos muletas o subir por el ascensor.
  • Coger la baranda con la mano del lado lesionado y la muleta con el lado sano. A la hora de subir un escalón, hacerlo en primer lugar con la pierna sana.
  • Subir las escaleras despacio y sin prisa, parando el tiempo necesario entre escalón y escalón.
  • Si no hay baranda, usar una pared a modo de apoyo.

Para bajar escaleras, tener en cuenta lo siguiente:

  • Bajar escaleras es más peligroso que subirlas; la probabilidad de perder el equilibrio y caer es mayor.
  • Sujetarse a la barandilla con fuerza y bajar primero la pierna lesionada y después bajar la muleta que estará en el lado sano junto con la pierna sana.
  • Bajar con cuidado sin apoyarse excesivamente en la pierna lesionada, ya que un dolor repentino podría provocar que perdamos el equilibrio y caer.
  • Si disponemos de ayuda para bajar, es mejor que alguien nos sirva de apoyo.

Ventajas e inconvenientes de usar una sola muleta

Ventajas

Las ventajas de usar una sola muleta o bastón son bastantes. La más importantes es la libertad de movimiento que tendremos con el otro brazo.

Al fin y al cabo, si llevamos dos muletas siempre tendremos las dos manos ocupadas, dificultando el transporte de objetos o la realización de tareas cotidianas.

Si en cambio, tenemos un brazo libre, podremos usarlo para otras muchas cosas. Además de poder transportar otras cosas, también podremos apoyarnos si tropezamos, abrir puertas, realizar acciones de higiene personal o subir y bajar escaleras de forma segura.

Inconvenientes

En cuanto a los inconvenientes, podemos remarcar que existe la posibilidad de que sobrecargar la musculatura del brazo que usamos normalmente con la muleta y lesionar alguna de sus partes. Por ejemplo, pueden aparecer artrosis de manos, dolor agudo en la base del pulgar, múltiples callosidades con sus respectivas molestias y contracturas cervicales, entre otras dolencias.

Para evitar todos estos problemas deberemos realizar estiramientos frecuentes, utilizar guantes antideslizantes y descansar la musculatura lo máximo posible cuando no usemos la muleta.

Por otro lado, también existe el inconveniente de que usemos la muleta de forma equivocada, lo que puede agravar la lesión de su pierna, retrasar su curación o provocar caídas.

Resumen
En qué mano llevar la muleta
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En qué mano llevar la muleta
Descripción
Cuando operamos a nuestros pacientes en muchas ocasiones nos preguntan en qué mano llevar la muleta para no causar ninguna lesión adicional
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Clínica Martín Gómez Traumatólogos
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