Lesiones óseas

Lesiones óseas

Lesiones óseas deportivas

El mecanismo de producción de las lesiones óseas deportivas es el de una fractura pero también existen de lesiones debidas a una sobrecarga. Cuando un hueso se fractura, cualquier método de unión es con hueso formando el callo óseo. Si no, se forma el callo y aparece una cicatriz que se denomina pseudoartrosisEl hueso está recubierto por el periostio, en adultos ayuda a formar el callo óseo. También podrá degenerar en periostitis. La descalcificación u osteopororis en los deportistas se produce después de una inmovilización duradera.

 

Periostitis

Se produce una inflamación del periostio que cubre la diáfisis del hueso por dos motivos:

1º) TRAUMATISMO DIRECTO. Se producen por el clásico golpe directo, como por ejemplo, en la espinilla.

TRATAMIENTO:

  • Aplicación de frío y reposo deportivo.

2º) SOBRECARGA. Se produce una inflamación en el periostio por causa desconocida. Es muy típica la del chico joven que inicia atletismo o puede ser producida por un cambio de deporte, de calzado, de terreno, etc. Se piensa que es el principio de una fractura de estrés, y termina por causar la fractura de tibia y peroné.

TRATAMIENTO:

  • Reposo deportivo más o menos largo.
  • Antiflamatorios por vía oral o local.
  • Averiguar la causa que lo ha producido, que normalmente es el mismo deporte.
  • Si existe deformidad en los pies, tratar de corregirla.
  • La compresión directa por medio de esparadrapos en la zona dolorosa (ortesis).

Si quieres saber más sobre esta lesión puedes visitar nuestro artículo sobre la periostitis tibial. 

Fractura por estrés o sobrecarga

Estas lesiones óseas se producen por microtraumatismos de repetición y por una defensa inadecuada del hueso correspondiente. Está relacionada siempre con la actividad física y con un gesto repetitivo y continuo. Los impactos repetitivos además pueden provocar un edema óseo. Su sintomatología es exclusivamente dolor. No existen ni desplazamiento ni deformidad. Para su diagnóstico precisamos de un estudio radiológico e incluso gammagrafia ósea.

Tratamiento:

  • Reposo deportivo.
  • En algunos casos es necesario la inmovilización.
  • A veces la lesión puede durar hasta 4 o 5 meses.

Si quieres profundizar sobre esta lesión puedes leer nuestro artículo sobre la fractura por estrés.

Arrancamientos óseos

Se debe a una fuerte tracción, que rompe el hueso parcialmente en la intersección del tendón y no el músculo o el ligamento. Se dan principalmente en niños y niñas en edad de crecimiento. En el adulto se puede producir debido a una tracción fuerte. En el momento del accidente se manifiesta con un dolor muy agudo. Tras estudio radiológico se observa perfectamente un arrancamiento óseo.

Tratamiento:

  • Reposo deportivo. Abstención.
  • No se hace necesaria la inmovilización.
  • La lesión puede llegar a ser de uno a tres meses, pudiendo llegar a quedar una deformidad en el hueso.

Fracturas óseas

Estas lesiones óseas no son más que la rotura de un hueso. Pueden ser debidas a gran cantidad de motivos como diferentes traumatismos severos (paradas, caídas, golpes…), aunque también por torsiones o fuerzas que superan la elasticidad natural del hueso.

Los síntomas más significativos de esta patología es principalmente el dolor agudo acompañado de impotencia funcional, deformidad, hematoma, fiebre, entumecimiento… El diagnóstico de estas lesiones se establece tras realizar radiografías y resonancia magnética.

Tratamiento:

Depende de gran cantidad de factores como si es una fisura ósea o fractura de hueso, los antecedentes y el grado de recuperación que se espera de la fractura. El objetivo principal del tratamiento es la de la total recuperación del hueso en tres fases:

  1. Reducción de la fractura. Consiste en manipular la fractura hasta que se consiga una relación anatómicamente deseable para conseguir una nueva función y acelerar la consolidación. Esta reducción puede llevarse a cabo mediante técnicas manuales o quirúrgicas.
  2. Mantenimiento de la reducción. Una vez llevada a cabo la reducción de la fractura, se procede a la inmovilización del miembro para evitar así que los extremos de la fractura se muevan. Se suele llevar a cabo mediante diferentes tipos de férulas, mecanismo de tracción continua, o con material de osteosíntesis mediante intervenciones quirúrgicas.
  3. Rehabilitación. Consiste en la recuperación de la normalidad que se poseía en el lugar de la fractura antes de que esta se produjera. Se llevará a cabo mediante diferentes tipos de ejercicios de fuerza y movilidad progresiva.

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