Periostitis tibial: causas, síntomas y tratamiento

Causas periostitis tibial
Picture of Clínica Martín Gómez - Traumatólogos
Clínica Martín Gómez - Traumatólogos

Clínica de traumatología en Granada

La periostitis tibial es una lesión muy habitual entre la gente que practica deporte, en especial entre la gente que hace running. Al aumentar el número de corredores se está convirtiendo en un patología cada vez más frecuente en las consultas de los traumatólogos. En este artículo os vamos a contar en qué consiste, cuáles son las causas, los síntomas que se sufren y el tratamiento.

Qué es la periostitis tibial

Tratamiento lesión tibial

Como el propio nombre indica se trata de una inflamación del periostio, que es la membrana que recubre el hueso, en este caso a la tibia. Lo normal es que se localice en la parte interna entre el músculo tibial posterior y el sóleo, la zona que comúnmente conocemos como espinilla. Es una lesión muy común en deportistas, principalmente entre los corredores de fondo y aficionados al running, aunque también puede aparecer en otras disciplinas deportivas. Provoca una sensación de quemazón en la pare anterior de la tibia.

Causas de la inflamación del periostio

Lo más habitual cuando se sufre periostitis tibial es que el deportista culpe únicamente a las zapatillas como causante de la lesión. Se trata de un error muy común porque, si bien unas zapatillas inadecuadas pueden desembocar en esta patología, existen más causas que pueden provocar esta patología. Hay que hacer una valoración correcta y ver el contexto donde se produce la lesión porque cualquier corredor puede lesionarse aunque lleve la mejor de las zapatillas. El origen se puede deber a:

  • La superficie sobre la que se realiza el entrenamiento no es adecuada para hacer deporte. El asfalto y las superficies duras pueden generar esta lesión.
  • Una mala o nula preparación muscular de la persona, que no está al nivel de la actividad física que hace.
  • La intensidad y/o el volumen del ejercicio no son adecuados. Entrenar más de la cuenta, con una intensidad por encima de la que podemos soportar o incluso variando la carga de los entrenamientos de forma brusca son otros factores de riesgo.
  • Problemas biomecánicos. La forma que tenga el pie del paciente (en especial si es cavo), un exceso de pronación y otros defectos en la carga pueden ser el origen.
  • Como hemos dicho al principio, un calzado inadecuado, con escasa amortiguación o con falta de estabilidad.
  • No respetar los periodos de descanso, no acudir al masajista o fisioterapeuta tras las sesiones con más carga, no hacer estiramientos tras entrenar, etc.
  • Hábitos poco saludables de vida. Tener un trabajo donde haya que estar muchas horas de pie, sufrir estrés, una mala alimentación, tener que conducir durante muchas horas seguidas, etc también pueden asociarse a esta lesión.
  • En la mayoría de los casos, la periostitis es causada por una tensión excesiva del tejido conectivo causado por un trauma anterior, tales como los esguinces de tobillo, caídas, etc., Estos eventos hacen que la alteración de las fibras de colágeno con la formación de tejido conectivo del músculo provoque la periostitis.
  • Por último, un traumatismo en la zona también puede ocasionar una periostitis tibial.

Síntomas inflamación del periostio

En función de la zona donde se localiza el dolor, podemos distinguir dos tipos:

  • Periostitis tibial anterior o antero-interna: Es la zona que va desde el maléolo interno al tercio medio de la tibia dónde se insertan el flexor común de los dedos, el sóleo y el tibial posterior.
  • Periostitis tibial posterior o antero-externa: Es la zona que va desde los maléolos y el tercio medio de la cresta tibial, donde se une el tibial anterior, siendo la más frecuente al tratarse de un músculo vital a la hora de realizar la zancada al correr.

Síntomas de la periostitis tibial

En función de cuál sea origen de la lesión, los síntomas pueden variar un poco. Cuando se ha producido por el deporte el dolor comienza a baja intensidad y poco a poco va a ir aumentando hasta llegar a hacerse insoportable y punzante, incluso se puede llegar a producir por la noche.

El principal síntoma es el dolor en la región central y en el interior de la tibia (como ya dijimos al inicio, con una sensación de quemazón), pudiendo afectar a una sola pierna o a las dos. Cuando se contrae el músculo tibial posterior  se siente mucho más intensamente que en reposo, que suele mejorar. Es normal que al presionar sobre la zona inflamada el dolor se acentúe.

Tratamiento para la periostitis

En la fase más aguda de la lesión, el mejor tratamiento es el reposo funcional y la crioterapia (aplicar frío sobre la zona del dolor). Tras pasar los primeros 2-3 días, hay que ser consciente de que lo más importante es saber cuál ha sido el origen para poder eliminarla y no sólo los síntomas. De lo contrario se corre el riesgo de volver a recaer cuando se reanude con la actividad física. Para ello, debemos hacer un análisis profundo para saber si se trata de un pie en pronación, una marcada atrofia de los músculos del sóleo y el tibial posterior, si fue por correr sobre un suelo excesivamente duro o si es por una mala postura que tengamos que corregir las alteraciones.

Si por el contrario la lesión tiene un origen de tipo mecánico, es decir, que la técnica de la carrera del paciente va a tener una gran importancia, así que tendremos que estudiar la técnica al correr y seguramente tendremos que trabajar para modificarlo.

A pesar de esto, el mejor de los tratamientos es la prevención, y para ello, debemos revisar primero el calzado que usamos y la superficie por donde vamos a correr. Las superficies duras y el calzado que absorbe poco los impactos hacen que el periostio vibre demasiado, que con el tiempo se termina inflamando. Por eso, es fundamental la elección de unas buenas zapatillas que absorban el impacto y evitar correr en superficies duras.

Otra cosa que podemos hacer para prevenir la periostitis es estirar antes y después de correr, para que el músculo tibial esté menos denso, y a la hora de la contracción, se pueda realizar de manera fluida sin afectar demasiado al periostio.

Además debemos llevar una buena planificación de entrenamiento. Si hace algún tiempo que no hemos corrido y volvemos con un volumen muy grande (por encima de los 10 kilómetros), la periostitis no tardará en aparecer aunque también dependerá de la genética ya que hay deportistas en los que el periostio es más resistente y otros en los que se inflama con una mayor facilidad.

Si quieres más información sobre diferentes patologías puedes consultar nuestra sección sobre lesiones óseas, y ante cualquier duda visita nuestra zona de contacto.Te atenderemos encantados

Resumen
Periostitis tibial: causas, síntomas y tratamiento
Título
Periostitis tibial: causas, síntomas y tratamiento
Descripción
Una de las lesiones más frecuentes entre los runners es la periostitis tibial. Si empiezas en el mundo del running infórmate sobre las causas, los síntomas y el tratamiento.
Autor
Editor
Clínica Martín Gómez Traumatólogos
Logo
¿Te ha gustado el artículo? ¡Compártelo en redes!

También te puede interesar