El pinzamiento isquiofemoral se manifiesta en un dolor en la cara posterior de la cadera, originado por el contacto anormal que se produce entre el hueso isquion y el trocánter menor por un estrechamiento del espacio existente entre ellos. Esto causa una irritación o inflamación del músculo cuadrado femoral, además de conllevar en la mayoría de las ocasiones cambios en los tendones de los músculos isquiotibiales y del nervio ciático.
Índice
¿Qué es el Pinzamiento Isquiofemoral ?
Los problemas de cadera en personas de edad adulta en ocasiones son bastante complejos de diagnosticar, ya que pueden ser tanto problemas inflamatorios en torno a la articulación (tendinitis, bursitis, lesiones tendinosas de glúteos, lesiones del psoas ilíaco…) como problemas propiamente dichos de la a articulación de de la cadera, como artrosis, pinzamientos femoroacetabulares, pinzamiento isquiofemoral, displasias… ).
El pinzamiento isquiofemoral se suele presentar en la consulta como un dolor crónico de cadera, más frecuente en mujeres y muchas veces refractario a múltiples tratamientos realizados. Habitualmente ocurre en una persona de mediana edad y sin claros signos de artrosis. Suele ser un dolor altamente limitante, localizado en zona glútea y en la región posterior de la cadera ( zona piramidal y cuadrado femoral). El dolor suele aumentar ante la extensión, rotación externa y aducción, aunque la exploración suele ser dificultosa, pues una entidad poco conocida y se suelen superponer signos inflamatorios de estructuras cercanas de la cadera por sobrecarga secundaria. Habitualmente suele ir acompañado de bursitis, tendinitis de los glúteos o dolor inguinal.
¿Cómo se diagnostica el Pinzamiento Isquiofemoral ?
Existen algunos test diagnósticos para identificar el impingement isquiofemoral como el long-stride walking test, o la deambulación a pasos largos, aunque son test poco estandarizados.
La Resonancia magnética nos puede ayudar en el diagnóstico, identificando cambios inflamatorios en la zona cercana al músculo cuadrado femoral ( en ocasiones por disminución del espacio cuadrado femoral así como disminución de la longitud del espacio isquiofemoral (
distancia entre trocánter menor y tuberosidad isquiática ) , aunque suele ser necesaria la orientación clínica hacia este diagnóstico. En otras ocasiones se puede evidenciar edema en torno ala inserción del Psoas ilíaco o lesiones del mismo.
Algunas veces una buena terapia rehabilitadora y de reequilibrado, dirigida puede ayudar a conseguir buenos resultados. En ocasiones las infiltraciones periarticulares pueden ayudar al control del los síntomas inflamatorios.
¿ Cuál es el tratamiento del Pinzamiento Isquiofemoral ?
El tratamiento quirúrgico de este problema se debe valorar en pacientes con limitación funcional mantenida y fracaso de terapias de equilibrado muscular intensivo en cadera. Al igual que en tratamiento del choque femoroacetabular o lesiones del labrum de cadera hay que valorar la situación clínica, la repercusión funcional y de calidad de vida de los pacientes.
El tratamiento quirúrgico se realiza mediante Artroscopia de cadera. El tratamiento mediante Artroscopia puede resultar satisfactorio en el atrapamiento isquiofemoral. Se debe acceder a la zona del trocánter menor de la cadera, con la extremidad en rotación externa y se realiza un fresado o resección de parte del trocánter menor conservando las inserciones del Psoas Ilíaco.
¿En qué consiste la Artroscopia de Cadera?
La artroscopia de cadera es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva y con una recuperación mucho más favorable que la cirugía abierta. Mediante incisiones milimétricas y control de radioscopia podemos acceder al interior de la articulación de la cadera o a zonas periarticulares. El Equipo de artroscopia permite mediante una cámara de alta definición conectada a un monitor, un haz de luz de fibra óptica y pequeños instrumentos quirúrgicos, reparar los tejidos dentro de la articulación.
Esto permite una rápida recuperación debido a la mínima lesión de los tejidos musculares, a diferencia de la cirugía abierta.
La artroscopia de cadera en las lesiones del complejo condro-labral nos permite suturar y reparar el labrum, mediante unos implantes especiales y suturas que se anclan al hueso, así como tratar lesiones en torno a la articulación de cadera, como las lesiones de los tendons glúteos y de la zona isquiotibial.
La cirugía artroscópica en la cadera tiene algo más de dificultad que en otras articulaciones, y precisa de más experiencia y curva de aprendizaje.
Este tipo de técnicas nos permiten un tratamiento precoz de las lesiones de la cadera, retrasando el proceso degenerativo de la articulación que podría llevar a un implante de prótesis de cadera.
Las indicaciones de la artroscopia de cadera son fundamentalmente el choque femoroacetabular, las roturas del Labrum, las lesiones postraumáticas y lesiones del cartílago y las alteraciones o infecciones en los tejidos articulares y periarticulares.