Una palabra bastante utilizada en medicina es la necrosis. En nuestra clínica, una de nuestras especialidades es el tratamiento de la necrosis de cadera, también llamada necrosis avascular de cadera. En este artículo vamos a ver de qué se trata esta lesión ósea, por qué se produce y los posibles tratamientos que se pueden aplicar.
Índice
Qué es la necrosis de cadera
La necrosis es la degeneración de un tejido por la muerte de sus células. La muerte se produce por la acción de un agente nocivo que genera una lesión irreparable. El tejido muerto se degenera, se reabsorbe y se sustituye por otro tejido, un tejido que es fibroso, menos específico y para nada funcional.
En caso específico de la necrosis de cadera, también conocida como osteonecrosis o necrosis de fémur, es una patología o lesión que ocurre cuando la sangre no llega de manera correcta al hueso, provocando la muerte de las células del hueso.
A medida que el hueso se va necrosando por la falta de sangre, el cartílago se comienza a deteriorar, ocasionando un gran dolor, entre otros síntomas asociados. La necrosis avascular de cadera, afecta principalmente a la zona superior del fémur, siendo la cabeza y el cuello del mismo las zonas que se ven más dañadas.
Al no recibir la sangre que necesita, el hueso comienza a morir y a descomponerse, incluyendo el cartílago de la articulación. Suele ser una lesión que surge entre los 40 y los 50 años de edad, y los primeros síntomas que se perciben son dolores intensos y súbitos en la zona dañada.
Causas de la necrosis avascular de cadera
Por lo general, las causas más comunes que provocan el desarrollo de esta patología son las luxaciones de cadera o fractura de cadera. También puede ser causada por otro tipo de lesiones y enfermedades como la gota, la diabetes, la nefropatía, la anemia drepanocítica, la enfermedad de Gaucher y alcoholismo, entre otras patologías.
En muchos casos, el consumo habitual de corticoesteroides y el alcoholismo también pueden dar lugar a la aparición de la necrosis de cadera. Por otro lado, también es habitual la necrosis en aquellos casos en los que exista enfermedad de descompresión, patología que se produce cuando una persona se desplaza de un medio que tenga una presión alta a un medio que tenga presión baja, como sucede en el caso de los buceadores cuando ascienden a la superficie. A algunos casos, la causa de su aparición no se puede determinar.
Consecuencias de la necrosis
Por norma general, en las primeras etapas la necrosis de la cabeza femoral no provoca síntomas. Sin embargo, conforme que la enfermedad va avanzando, empieza a aparecer el dolor.
Al principio, se experimenta dolor al ejercer presión sobre la cadera, por ejemplo, al estar de pie o caminar. Después el dolor puede llegar a ser constante. Si la enfermedad progresa, el hueso y la articulación se colapsan y el dolor puede ser tan intenso que impida utilizar la cadera.
El período de tiempo entre la aparición de los primeros síntomas y el colapso del hueso puede variar de algunos meses a más de un año.
Tratamiento de la necrosis de cadera
Tratamiento conservador
El objetivo del tratamiento conservador es prevenir la pérdida ósea. El tipo de tratamiento depende del daño que presenten los huesos. En las etapas iniciales, el traumatólogo puede recomendar:
Medicamentos
En algunas personas, los síntomas de necrosis avascular pueden reducirse mediante algunos medicamentos. Los más recomendados son:
- Antinflamatorios no esteroideos. Fármacos como ibuprofeno o naproxeno contribuyen a aliviar el dolor y la inflamación.
- Medicamentos para la osteoporosis. Algunos estudios muestran que los fármacos para la osteoporosis, como el alendronato, pueden retrasar la progresión de la necrosis de la cabeza femoral.
- Fármacos para el colesterol. La reducción de la cantidad de grasa en la sangre ayuda a prevenir la obstrucción de las venas, que a menudo es responsable de la necrosis avascular de la cabeza femoral.
- Si se sufre un trastorno de coagulación, los anticoagulantes, como la warfarina, pueden prevenir la formación de coágulos en los vasos que irrigan los huesos.
Reposo
Reducir el peso y la tensión sobre el hueso afectado puede retrasar el daño de la necrosis avascular. Se recomienda limitar la cantidad e intensidad de la actividad física. En el caso de necrosis avascular de cadera puede que se requiera el uso de muletas durante algunos meses, con el fin de no ejercer presión sobre la articulación.
Ejercicios
Algunos ejercicios ayudan a mantener o mejorar la amplitud de movimiento de la articulación y la cadera. Un fisioterapeuta puede seleccionar algunos ejercicios específicos y enseñarlos al paciente para que los realice regularmente.
Fisioterapia
Algunas terapias instrumentales tales como la terapia magnética, pueden estimular el cuerpo para producir nuevo tejido óseo, con el fin de reemplazar la zona dañada de la necrosis avascular. La estimulación eléctrica puede realizarse mediante electrodos conectados a la piel.
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico dependerá de múltiples factores como la edad el paciente, la gravedad del problema o las causas que han desencadenado dicha patología. A la hora de tratar una necrosis de cadera hay que tener presente que se pueden encontrar dos grandes grupos de intervenciones:
- Intervenciones en estadios iniciales: En este tipo de intervenciones quirúrgicas se puede incluir la cirugía con forraje o descompresión en aquella zona que está sufriendo por la falta de irrigación sanguínea en la región. Este tipo de operaciones solamente son aptas para aquellos pacientes cuya afectación sea menor del 30%. Esta técnica quirúrgica resulta mínimamente invasiva, y en algunos casos, incluso pueden llegar a ser percutáneas. Destacar que este tipo de tratamientos brindan un elevado porcentaje de curación en los pacientes afectados por necrosis de fémur en estadios iniciales y cuyo grado de afectación no resulte muy elevado.
- Intervenciones en estadios avanzados: La necrosis de cadera provoca en muchos casos que el hueso se dañe y desgaste rápidamente hasta tal punto que la única solución al respecto sea llevar a cabo un tratamiento quirúrgico consistente en la colocación de una prótesis total de cadera, ya que se trata de mejor fórmula para poder erradicar el problema desde la raíz.
Aquellos pacientes que presentan artrosis o bien dolor persistente a pesar de haber recurrido a otro tipo de tratamientos, la colocación de una prótesis total de cadera se presenta como un tratamiento idóneo en la mayoría de los casos.
A pesar de que existen intervenciones quirúrgicas poco agresivas que pueden ayudar a solventar el problema, en aquellas edades más avanzadas es muy común que se produzca un rápido desgaste que termine desembocando en la necesidad de colocar una prótesis de cadera al paciente afectado por necrosis de fémur.
Resulta importante someterse a tratamiento de inmediato, ya que en aquellos casos en los que no se ponga solución, esta patología irá deteriorando el hueso y el cartílago, volviendo el hueso frágil y provocando gran dolor en la zona afectada.
De no tratar el problema hay que mencionar que transcurridos entre 2 y 5 años la situación del paciente resultará muy severa y la discapacidad finalmente terminará por establecerse.