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Qué es la calcificación tendinosa
La calcificación se trata de una lesión tendinosa relativamente frecuente, que es bastante molesta y que de no tratarse de una manera correcta puede ser muy limitante.
Más del noventa por ciento del calcio que entra en el cuerpo van a parar a los huesos y los dientes, siendo la clave de la fortaleza de los mismos. El restante normalmente se disuelve en el torrente sanguíneo ya que es muy importante para el funcionamiento del organismo al usarse en la contracción de la musculatura, en la transmisión de los impulsos nerviosos y en la coagulación de la sangre.
La calcificación tendinosa se produce cuando el calcio se va depositando sobre sobre algún tendón del cuerpo, generando un endurecimiento sobre un tejido que debe ser elástico.
Calcificaciones más frecuentes
A pesar de que esta lesión tendinosa se puede producir en cualquier tendón del cuerpo, hay algunos que tienen una mayor predisposición a sufrirla. Las más comunes son:
- Calcificación hombro/Manguito rotador: Se produce en la inserción del tendón con el húmero. Normalmente primero se produce una tendinitis y posteriormente se va calcificando. Si se produce en el hombro izquierdo puede deberse a problemas en el hígado y si es en el hombro derecho por problemas en el estómago.
- Calcificación espolón calcáneo: Es un recrecimiento del hueso en la planta del pie. Se forma en la inserción de los músculos de la planta del pie y la fascia plantar con el calcáneo, formando el espolón calcáneo.
- Calcificación tendón de Aquiles: El tendón de Aquiles es el que une la musculatura de los gemelos y el sóleo con los del pie, concretamente con el calcáneo. Las calcificaciones se forman cerca del hueso y tienen una forma lineal.
- Calcificación tendón rotuliano: La capa de calcio se deposita sobre el tendón rotuliano de la rodilla lo que limita el movimiento y la flexibilidad de la articulación. Se genera por una mala mecánica a la hora de correr o lesiones mal curadas, como esguinces de rodilla. Por síntomas es muy fácil confundirla con una tendinitis.
Síntomas de la calcificación
La sintomatología no suele ser muy graves pero si son muy molestos. En el caso de las calcificaciones tendinosas el síntoma más habitual es dolor en la zona dañada. Además puede ir acompañado de inflamaciones, pequeños bultos o deformidades debajo de la piel, debilidad muscular, calambres con mayor frecuencia de lo normal y un aumento anormal de las fracturas óseas.
En otro tipo de calcificaciones, los síntomas si pueden ser más graves. Puede presentarse nauseas, contracciones o espasmos musculares, dolor óseo severo, dolor de cabeza o incluso pérdida auditiva en casos muy severos. Si bien estos síntomas se dan en otras calcificaciones, no se suele dar en las tendinosas.
Causas de la calcificación
Esta lesión tendinosa se puede producir por diferentes motivos:
- Mala alimentación: La ingesta en exceso de ciertos alimentos conlleva que en el organismo haya un exceso de cristales de calcio, que el cuerpo no puede metabolizar correctamente y terminan depositándose en el tejidos tendinosos o en algunos órganos.
- Disminución del riego sanguíneo debido al envejecimiento: Con el envejecimiento del cuerpo la circulación va empeorando, por lo que los tejidos van dejando de recibir todo el oxígeno que necesitan y van siendo sustituidos por fibrosis, depositándose los cristales de calcio.
- Traumatismo y sobrecargas por repetición: Cuando se sufre una lesión el cuerpo de manera natural se regenera. El problema viene cuando la lesión se repite en múltiples ocasiones o se prolonga en el tiempo porque el organismo puede buscar sustituir los tejidos que se lesionan con frecuencia por otros más resistentes por lo que se depositan los cristales de calcio .
- Factores genéticos: Hay ciertas personas con una mayor predisposición a sufrir esta lesión debido a su carga genética.
Tratamiento de la calcificación
Para tratar algunos de los síntomas derivados de las calcificaciones, como la inflamaciones y el dolor, existen tratamientos farmacológicos con antiinflamatorios y analgésicos. Sin embargo, para tratar la calcificación en sí hay básicamente dos tratamientos:
- Tratamiento quirúrgico: Mediante una pequeña operación se rompe la calcificación y se lima en caso de ser necesario. Al tratarse de una cirugía menor, el tiempo de recuperación es relativamente corto, de alrededor de un mes para volver a estar bien, incluso puede que menos. El principal inconveniente de la cirugía es que elimina la consecuencia pero no elimina la causa que lo ha provocado, por lo que si no se toman medidas adicionales es muy posible que vuelva surgir de nuevo en la misma zona.
- Tratamiento con ondas de choque: Mediante un tratamiento de ondas de ultrasonido de alta frecuencia se trata de resquebrajar la calcificación para que el tendón pierda su rigidez, recuperando la flexibilidad inicial y deje de doler. La duración es de varias semanas en las que se van aplicando las ondas. Tiene el mismo inconveniente que el tratamiento anterior, y es que si no se acompaña de un tratamiento para corregir la causa que genera la calcificación, esta volverá a aparecer pasado un tiempo.
Desde Clínica Martín Gómez Traumatólogos, le recomendamos que ante cualquier molestia que pueda sufrir, se pase por la nuestras instalaciones para poder hacer un correcto diagnóstico de su patología, sea una lesión tendinosa o de otro tipo, para tratarla lo antes posible y de la manera más eficaz posible.