En Clínica Martín Gómez Traumatólogos somos especialistas en lesiones de rodilla, por lo que todos los años pasan cientos de casos por nuestras consultas. Uno de los más habituales son los pacientes que siente dolor de rodilla al agacharse. Por este motivo hemos decidido escribir este artículo, donde hablamos de las causas más frecuentes y cuáles son sus tratamientos.
Índice
Principales lesiones del dolor de rodilla al agacharse
El dolor de rodilla es uno de los problemas más frecuentes con independencia de la edad del paciente. Se trata de una de las articulaciones más importantes para poder llevar una vida normal y a la vez es una de las más complejas que tenemos en el cuerpo. Algunas de las lesiones nos permite ciertos movimientos pero al hacer otros el dolor nos lo impide. Es bastante normal llevar una vida normal pero que nos duela la rodilla cuando nos agachamos, por lo que si tenemos una profesión que nos exige doblar la rodilla, podemos tener un verdadero problema. A continuación, veremos cuáles son esas lesiones que podemos estar sufriendo.
Condropatía rotuliana
La condropatía rotuliana causa dolor en la rodilla y la sensación de moler los huesos dentro de la misma. Esta lesión también recibe el nombre de condromalacia patelar, por su traducción del inglés o de manera vulgar «rodilla del corredor”. Suele ser más común entre los adolescentes y adultos jóvenes, y en deportistas que practican actividades físicas que ejercen un gran estrés en las rodillas.
La condropatía rotuliana aparece por un uso excesivo o de una fuerza anormal sobre la articulación, seguramente a causa de un traumatismo o lesión. También puede aparecer en las personas que tienen la rótula desviada.
El principal síntoma es un dolor de rodilla, que aumentan en las siguientes situaciones:
- Después de estar un rato sentado
- Al incorporarse de una silla
- Al bajar y subir por escaleras
- Cuando nos agachamos o nos ponemos de cuclillas
Lesión en el menisco
Los meniscos de la rodilla son discos de tejido cartilaginoso con forma de gajo de naranja que están dentro de la articulación, con el objetivo de amortiguar los impactos entre los huesos. Están entre el fémur y la tibia. En la rodilla hay dos meniscos: el medial que está en la parte interior y el lateral, en la parte exterior de la articulación.
Los desgarros de los meniscos son una lesión muy normal. Si la lesión se produce en el menisco medial, el ligamento lateral interno (LLI), que está en la parte interior de la rodilla, también suele estar dañado. Sin embargo, la lesión del menisco lateral, no suele venir acompañada de otras lesiones adicionales.
La rotura de menisco suelen causarse al hacer un giro con el pie apoyado en el suelo. En las personas de edad avanzada, los meniscos están más desgastados y se pueden producir desgarros con más facilidad como consecuencia de lesiones muy pequeñas.
Estas lesiones de menisco suelen producir la sensación de un pequeño pinchazo en la rodilla, que suele aumentar cuando nos tenemos que agachar, subir o bajar una escalera y cuando nos sentamos en una silla.
Tratamiento para el dolor
Evidentemente el tratamiento va depender del tipo de lesión que esté provocando el dolor. En el caso de la condropatía rotuliana, es importante estabilizar la rodilla con un vendaje o rodillera y mantenerla en reposo para que el dolor vaya desapareciendo. Sin embargo, se pueden necesitar medicamentos sin receta como los antiinflamatorios no esteroides para calmar el dolor. También pueden servir los ejercicios que fortalecen los músculos que rodean la rodilla a fin de brindarle mayor apoyo a la articulación. La fisioterapia también puede ayudar a disminuir el dolor y mejorar la flexibilidad. Si el problema tiene su origen en una rótula desviada, es muy posible que sea necesaria pasar por el quirófano.
Si el dolor lo está causando una lesión de menisco, deberemos recibir tratamiento de manos de un especialista la medicina deportiva. El tratamiento va depender de la gravedad de la lesión. Aunque algunos pequeños desgarros pueden cicatrizar por sí solos, la mayoría necesitarán tratamiento específico. En cuanto empecemos a notar el dolor en la rodilla, es importante reposar. Los analgésicos como el paracetamol y el ibuprofeno pueden ayudarle a reducir el dolor y la inflamación de la articulación. Es también importante leer siempre el prospecto que acompaña al medicamento.
El fisioterapeuta le puede aconsejar algunos ejercicios para ayudar a que cicatrice la lesión y a fortalecer los músculos que sujetan la rodilla. Además también puede recomendar practicar un ejercicio en el que no genere mucha presión, como la natación, durante unas seis semanas a partir de la lesión.
En los casos más grave de la lesión, es posible que se requiera de una intervención quirúrgica para reparar el desgarro, seguida de fisioterapia para la rehabilitación.