La cadera es una zona del cuerpo más importante de lo que muchas personas se piensan. Para la mayoría de las actividades diarias tiene una gran importancia, por eso las lesiones de cadera son tan limitantes. De todas las lesiones que hay, vamos a hablar de la tendinitis del psoas, una que se suele dar con bastante frecuencia.
Índice
Qué es el psoas íliaco
El músculo psoas ilíaco es el principal flexor de la cadera. Juega un papel determinante durante la marcha o cuando por ejemplo se patea un balón. Este músculo va desde las lumbares hasta el fémur, teniendo un importante ángulo al pasar sobre la rama púbica, a su paso por esta zona de rozamiento puede comprometer una bursa que existe precisamente para que el deslizamiento del músculo sea más fluido.
Cuando por diferentes causas la pelvis báscula hacia atrás el componente de fricción aumenta y si esto se mantiene puede dar lugar a un proceso inflamatorio. Este proceso inflamatorio es lo que puede originar la tendinitis.
Tendinitis de psoas ilíaco o psoitis
El músculo psoas ilíaco se sitúa entre las vértebras de la columna lumbar, la cresta ilíaca y el fémur. Se trata de un músculo que está bastante profundo y que además de tener una importancia enorme a la hora de mantener la curvatura de la columna lumbar. Este músculo permite flexionar el tronco o la cadera.
La principal patología del psoas ilíaco es inflamación del tendón del psoas, también conocida como psoitis o tendintis del psoas. A lo largo del artículo vamos a ir detallando las causas, los síntomas y el tratamiento para que se cure correctamente.
Causas de la tendinitis del psoas
La tendinitis se puede producir por diferentes motivos que vamos a ir viendo. Pero antes de analizarlas, debemos señalar que se trata de un músculo que las personas mayores deben cuidar con entrenamiento y estiramientos, ya que de lo contrario puede provocar graves dolores en la columna lumbar, en la cadera y en el juego de las piernas. Todas ellas dolencias que se acentúan con el paso de los años. De todas las causas, veamos cuáles son las más frecuentes:
- Movimientos bruscos, generalmente al estar realizando una actividad física.
- Un traumatismo directo.
- Una flexión repetitiva de la cadera.
- Por no estirar correctamente la zona después de hacer deporte o ejercicio.
- Pasar muchas horas en una posición con las rodillas dobladas y elevadas. Por ejemplo, por conducir doblados hacia delante durante muchas horas o al estar sentados en una silla baja mucho tiempo.
- Una lumbalgia que no se ha tratado correctamente.
- Cuando no hay una simetría pélvica adecuada.
Síntomas y signos de la psoitis
Los síntomas más habituales son sentir un dolor profundo en la ingle, el cual se puede extender incluso por el glúteo, el muslo y llegar hasta la rodilla. También es probable que se extienda por la zona lumbar o por el abdomen, lo que suele provocar que muchos especialistas puedan equivocarse en el diagnóstico, pensando que se trata de otra lesión. Ese dolor profundo no suele ser constante, sino que se da con cierta intermitencia, especialmente al llevar a cabo algunas acciones que conlleven la flexión de la cadera.
Otro síntoma es el acortamiento del músculo, principalmente debido al sobreesfuerzo y la inflamación. Este acortamiento dará lugar a un aumento de la lordosis lumbar, ya que el psoas ilíaco se inserta en la cara anterior de las vértebras lumbares.
Tratamiento
Cuando se sufre tendinitis del psoas, lo mejor en un primer momento es aplicar hielo en la zona para reducir la inflamación, guardar reposo, comprimir el área y elevarla, dejando que repose lo máximo posible.
De la misma manera, si el dolor es muy intenso, el paciente puede tomar antiinflamatorios o analgésicos, siempre bajo la supervisión de un médico. Cuando la inflamación va disminuyendo, se empieza con la rehabilitación, que consistirá en hacer ejercicios para ir ganando fuerza y flexibilidad. Vamos a ver algunos ejercicios y estiramientos que nos pueden servir.
Estiramiento combinado de psoas e isquiotibial
El estiramiento conjunto de estos músculos te ayudará a ahorrar tiempo, ya que son estructuras fundamentales a estirar diariamente, dada su importancia en las funciones de movimiento articular y control postural. Además la correcta coordinación entre estos músculos antagonistas en su función en la cadera, te permitirá una vida diaria y práctica deportiva más efectivas evitando también posibles lesiones.
Automasaje de glúteos y piramidales
Esta es una forma de tratar la zona glútea de una forma sencilla y muy eficaz. Esta zona está sometida a múltiples tensiones tanto dinámicas como posturales y en ocasiones en unas condiciones de falta de fuerza. Con este masaje contribuiremos a mejorar el estado de estos músculos mejorando o evitando lesiones típicas, como dolores lumbares, puntos gatillos o síndromes del piramidal o musculatura pelvitrocanterea.
Ejercicio para cifosis dorsal baja
Este es un ejercicio sencillo aunque duro para algunas personas que tengan ya una rigidez dorsal baja importante y sientan que la espalda «se les va a partir». Esto obviamente nunca ocurre, pero si sucede que con el paso de los días y la repetición de este ejercicio la zona va perdiendo rigidez y ganando movilidad lo cual suele ir acompañado de una reducción de los dolores de espalda y aunque parezca sorprendente una mejora en el estado energético de la persona.
Ese es uno de los efectos más beneficiosos de este ejercicio, ya que la cifosis dorsal baja está asociada con un derrumbe energético y por lo tanto postural y si la reducimos vamos a sentir de forma inmediata una postura más recta y con menor esfuerzo en mantenerla.
Esperamos que este artículo haya servido para tratar la tendinitis del psoas, y queremos recordar que siempre es aconsejable para acudir al especialista para que haga un correcto diagnóstico.