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Qué es una fisura ósea
La fisura ósea no es más que una que una fractura de hueso incompleta. Se caracteriza por no haber una separación de los bordes y no haber ningún fragmento óseo, podríamos decir que es como una herida o grieta que se produce en el hueso. Normalmente se genera por un excesos de presión producido por un traumatismo. Es una lesión que se puede generar en cualquier tipo de hueso pero se da con mayor frecuencia en los huesos planos (cráneo, omóplato y coxal) y en los cortos (calcáneo y escafoides).
Qué es una fractura de hueso
La fractura es cuando el hueso se ha roto produciendo una discontinuidad entre los dos extremos del mismo. Normalmente viene producido por una lesión traumática aunque en ocasiones las fracturas se pueden producir por fatiga, también conocida como fractura por estrés. Para saber si la lesión es una fisura ósea o una fractura, así como ver de que tipo se trata es necesario usar una radiografía o una resonancia magnética.
Tipos de fracturas
Las fracturas se pueden clasificar en función de varios factores:
- Fractura abierta: Son aquellas roturas tan fuertes que el hueso desgarra la piel y queda en contacto con el exterior. Son las fracturas más graves y las que más contratiempos suelen generar en la fase de recuperación.
- Fractura cerrada: Son las roturas donde el hueso no llega a salir al exterior, quedando dentro del cuerpo. Dentro de las fracturas cerradas hay a su vez varios tipos:
- Fractura conminuta: Es aquella rotura donde el hueso se fractura en dos o más trozos. Si los fragmentos de hueso mantiene la alineación estructural del hueso, hablaremos de una fractura no desplazada. Si por el contrario, se mueven de su posición original y se separan, entonces hablaremos de una fractura desplazada. Suele producirse en personas con debilidad en los huesos como ancianos, personas con osteoporosis o enfermos de cáncer. También se puede dar por traumatismos muy violentos como en un accidente de tráfico.
- Fractura en tallo verde: Son roturas que normalmente se dan en niños y jóvenes. En esta lesión, el hueso no se llega a romper del todo ya que los niños suelen tener una mayor flexibilidad que les ayuda a encajar mejor los golpes.
- Fractura en espiral: Es muy parecida a la fractura oblicua, y en algunos casos se llegan a confundir. Se caracteriza porque la rotura se produce a lo largo del hueso en forma de espiral, como su propio nombre indica. Tanto la fractura en espiral como la oblicua se suele producir por una torsión del hueso en un mal gesto.
- Fractura oblicua: Es cuando la rotura se produce de manera oblicua al eje longitudinal del hueso. Si la oblicuidad tiene más de 45º también se puede llamar fractura en pico de plancha y puede generar desgarro en la piel.
- Fractura transversal: Es aquella donde la fractura es perpendicular al eje longitudinal del hueso. Suele ser dentada e irregular aunque en algunos casos puede ser lisa.
- Fractura lineal: Se produce cuando la rotura se da paralela al eje principal del hueso. Suele ser una fractura frecuente en huesos largos como el húmero en el brazo o el fémur en la pierna.
Tratamiento y recuperación de una fisura ósea y una fractura de hueso
El tratamiento y la recuperación de la lesión ósea va a depender del tipo que sea. Como es obvio una fisura ósea, al ser una lesión más leve, requerirá un tiempo de recuperación menor. Con una inmovilización de un par de semanas y una o dos más para rehabilitar será suficiente.
El tratamiento para las fracturas dependerá del tipo que sea. En las fracturas abiertas y las fracturas conminuta es necesario operar para volver a colocar el hueso en su sitio y reconstruirlo, a menudo sujetándolo con clavos y placas. Son las fracturas más graves porque pueden presentar complicaciones como infecciones en el hueso. Una vez operado, tendremos que dejar inmovilizada la zona y posteriormente tendremos que rehabilitarla. El periodo de recuperación de estas fracturas es de varios meses.
En el resto de fracturas, el tratamiento más común es la inmovilización del hueso hasta que se suelde, aunque todo depende del historial del paciente, la edad del mismo o si sufre alguna posible enfermedad ósea como puede ser la osteoporosis. Una vez pasado el periodo de inmovilación, entraremos en la etapa de reducción y acabaremos con la de rehabilitación. El tiempo de recuperación varía entre el mes y los dos meses.
Si quieres saber más sobre fracturas de hueso puedes visitar nuestra sección de lesiones óseas o También puedes preguntar cualquier duda que tengas.