Portada » Lesiones de rodilla » Rotura de ligamentos » Ligamento Cruzado Anterior o LCA
Portada » Lesiones de rodilla » Rotura de ligamentos » Ligamento Cruzado Anterior o LCA
El ligamento cruzado anterior o LCA está situado en la parte media de la rodilla y tiene la misión de impedir que la tibia se deslice hacia afuera frente al fémur. También se encarga de dar estabilidad a la articulación y de controlar la hiperextensión de la rodilla.
Se trata de una lesión que se suele dar con gran frecuencia, especialmente entre personas que realizan deporte con frecuencia. La rotura del ligamento se puede producir por un impacto lateral sobre la articulación de la rodilla o por un cambio de dirección brusco en el que se fuerce el movimiento. Dentro de la actividad deportiva, es más normal en unos deportes que otros, como es el caso del baloncesto, esquí, fútbol o balonmano. Se estima que en España hay más de 15.000 operaciones al año. La rotura del LCA suele ir acompañado de la rotura del menisco lateral y del ligamento colateral medial o LCM.
La rotura del ligamento cruzado anterior puede ser de dos tipos: parcial (cuando se ha roto solo una parte del ligamento) o completa (cuando el ligamento está roto en dos partes). De como sea el tipo de rotura dependerá el tratamiento a seguir y el tiempo de rehabilitación.
Los síntomas que nos pueden indicar que se trata de una rotura del LCA son un crujido en la rodilla al realizar el movimiento o recibir el golpe, un dolor intenso en la rodilla e una inflamación de la articulación. También se puede generar una sensación de inestabilidad al andar.
¿Cómo saber si tienes el ligamento cruzado roto? El diagnóstico de esta lesión se realiza mediante una serie pruebas manuales, realizadas por el médico, como la prueba del cajón y la prueba de Lachman. Estas pruebas deben de ir acompañadas de otras pruebas clínicas como una resonancia magnética para saber si hay otro ligamento o algún menisco dañado.
El tratamiento para la rotura de LCA puede ser conservadora en el caso de que la rotura sea parcial. Para ello, primero deberemos descansar y reposar para posteriormente hacer rehabilitación fortaleciendo la musculatura, en especial el cuádriceps. En algunos casos, se puede ayudar con una rodillera o un vendaje. Podemos leer aquí las consecuencias del ligamento cruzado anterior de la rodilla sin operar.
En el caso en que la rotura sea completa, la única solución es la quirúrgica. La intervención se puede realizar a través de una artroscopia de rodilla o por una cirugía abierta. Lo normal será usar la primera porque es menos lesiva y el tiempo de recuperación es menor. La operación consiste en la sustitución del ligamento por un injerto, que puede ser del propio paciente o de un banco de donantes.
El tiempo de recuperación varía en función del tipo de operación que se realiza y la intensidad a la hora de realizar la rehabilitación. Por estos motivos, la recuperación puede ir desde los 3 a los 6 meses para volver a tener a la rodilla al 100%.
En clínica Martín Gómez Traumatólogos, como especialistas en lesiones de rodilla, os aconsejamos que ante cualquier síntoma no dudéis en poneros en manos de profesionales. Y queremos recordaros que una vez recuperados, se puede volver a la práctica deportiva de manera normal. Os dejamos el testimonio de una de nuestras pacientes que os lo cuenta.