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El tendón es un tejido fibroso en la extremidad de los músculos que los unen a los huesos y permiten sus contracciones. Dependiendo del tipo del tipo de daño sufrido podemos clasificar las lesiones tendinosas en:
A continuación, vamos a ir viendo las lesiones tendinosas más frecuentes en la consulta de cualquier clínica:
Conocida como la rodilla del saltador, la tendinitis rotuliana comúnmente ocurre en los atletas que participan en deportes de salto.
Los síntomas de la tendinitis patelar son dolor en la parte anterior de la rodilla (en ocasiones una inflamación en el tendón rotuliano), y dificultad a la hora de movilizar la rodilla. Se suele acompañar por una sensación de pérdida de fuerza en la articulación y por fuertes molestias al incorporarse tras permanecer sentado o al intentar ponerse en cuclillas.
La causa principal suele ser un mal gesto (en carrera o en el pedaleo, por ejemplo) o a un mal entrenamiento. También puede tener origen congénito, ya que la desviación en la posición de la rótula también puede ser causa. En estos casos una solución bastante frecuente es la quirúrgica.
Tratamiento: Varía mucho según el tipo de tendinitis del paciente.
Es el resultado de la inflamación e irritación de la porción distal del tendón iliotibial, en la parte externa de la rodilla.
El síndrome de la banda iliotibial se da por sobreuso repetitivo por la flexión y extensión de la rodilla. También puede ocurrir por falta de flexibilidad de la banda iliotibial, que puede resultar en un aumento de la tensión de la misma en fas de apoyo de la carrera. Es una de las principales causas de dolor lateral de rodilla en los corredores y ciclistas. La banda iliotibial es una banda gruesa del tejido blando fibroso que se extiende de la cadera hacia abajo por la parte exterior del muslo y se inserta en la tibia.
El paciente manifiesta un dolor sordo, difuso, sobre el aspecto lateral de la rodilla.
El Diagnóstico se basa en la exploración física y, en la clínica, el RNM puede ayudar y proporcionar información adicional.
Solo cuando no responde a tratamiento conservador. Tras el estudio de la lesión nos decidiremos por la técnica quirúrgica.
Tendinitis de Aquiles es una de las lesiones tendinosas que más dolor genera. Tiene lugar cuando se inflama el tendón de la parte posterior del pie, que conecta el talón con los músculos del gemelo, denominado tendón de Aquiles. Estas lesiones tendinosas son muy frecuentes en atletas, saltadores y aquéllos que lo someten a esfuerzos reiterados.
Los más comunes abarcan:
– Dolor en la parte baja de la pierna, sobre el talón.
– El daño empeora después de la actividad física.
– Rigidez matutina que desaparece de forma progresiva durante el día.
– Rojez e hinchazón en el área afectada, que también puede estar caliente.
Desde Clínica Martín Gómez queremos proponerte una serie de consejos para prevenir la aparición de la tendinitis de Aquiles:
– Precalienta siempre antes de hacer cualquier tipo de actividad deportiva.
– Utiliza un calzado apropiado.
– Haz estiramientos.
– Aumenta la intensidad de ejercicio poco a poco, sobre todo si no has practicado ejercicio en un tiempo.
TRATAMIENTO
– Descanso.
– Estiramientos.
– Antiinflamatorios.
– Plantillas ortopédicas.
– Fisioterapia.
La cirugía solamente será necesaria en la tendinitis de Aquiles cuando falle el tratamiento conservador antes mencionado.
Es la que afecta al músculo bíceps del brazo en su paso por la corredera biccipital en la cara anterior del hombro, aunque también se puede presentar afectación del tendón en su inserción, tanto a nivel de la flexura del codo (cabeza del radio), como en la apófisis coracoides.
El dolor se presenta en la cara anterior del hombro en el movimiento de la flexión del codo y puede estar provocado por traumatismos directos, sobreuso, esfuerzos excesivos en el movimiento de la flexión.
Tratamiento:
Si quieres saber más pincha en qué es la tendinitis.
Al romperse el tendón, se formará una deformidad en la región distal cerca del codo conocida como signo de Popeye. El músculo pierde un 40% de fibras y mantiene una potencia casi normal aunque se fatiga antes.
Tratamiento:
Cuando la rotura es distal se produce una importante pérdida de la función muscular y el TRATAMIENTO es quirúrgico.
Los tendones peroneos son dos:
1º) La tendinitis del peroneo lateral largo, que se origina en la parte alta de la pierna, discurre por detrás del hueso externo del tobillo (maléolo peroneo), y se inserta en la parte interna del pie, justo por delante del arco. Se pone de manifiesto por dolor en el borde externo del pie asociado a una tumefacción en la región submaleolar externa en la trayectoria del tendón y muy sensible a la presión.
2º) La tendinitis del peroneo lateral corto, que es relativamente frecuente, se origina en la parte alta de la pierna, discurre por detrás del hueso externo del tobillo (maléolo peroneo) y se inserta en la base del quinto metatarsiano en la parte externa del pie. Se manifiesta por dolor a nivel de la inserción del tendón.
Los isquiotibiales son los tendones de los tres músculos que se sitúan en la región superior y posterior del muslo. Se extienden desde la pelvis hasta la parte inferior y posterior de la rodilla. Se tratan de: a) Bíceps femoral, b) Semitendinoso y c) Semimembranoso.
Estos músculos realizan principalmente la función de flexionar la rodilla y extender la cadera.
Las lesiones de isquiotibiales más comúnes son las distensiones, la rotura de fibras y la contractura muscular y la causa más común de las lesiones es el traumatismo ocasionado por fuertes golpes. Además, un sobreesfuerzo o un entrenamiento de fortalecimiento que no se combine con estiramientos musculares pueden ocasionar una distensión, contractura o rotura de fibras.
Estas lesiones tendinosas se caracterizan por un dolor intenso en la parte posterior del muslo y son muy frecuentes en deportes de carrera, atletismo, fútbol, baloncesto, rugby, danza…
Tratamiento:
Una vez valorada y diagnosticada la lesión tras la clínica del paciente, exploración física y a veces apoyados por pruebas de imagen, optaremos por el tratamiento más idóneo en cada caso, siendo la mayoría de la veces conservador pero a veces es necesario realizar una intervención quirúrgica.
Estamos ante unas de las lesiones tendinosas más graves. El manguito de los rotadores es un término anatómico dado al conjunto de músculos y tendones que proporcionan estabilidad al hombro. Todos estos músculos están conectados a la cabeza del húmero, formado por un puño en la articulación. Su importancia estriba en mantener la cabeza del húmero dentro de la cavidad glenoídea de la escápula. Este manguito forma continuidad con la cápsula de la articulación del hombro.
El diagnóstico de la lesión viene dado por la clínica, la exploración física y las pruebas de imagen: a) Radiografías, que nos aportarán información sobre si existe alguna patología del manguito no tendinosa como, por ejemplo, artrosis acromioclavicular .b) Ecografía o una Resonancia Nuclear Magnética por las que podremos valorar si el manguito está roto, inflamado o existe una inflamación del espacio subacromial. Si quieres saber más de esta lesión puedes visitar nuestra página sobre la rotura del manguito de los rotadores.
Diagnosticada la lesión tendremos varias opciones de tratamiento: