Hay muchas patologías y lesiones que no son tan conocidas al no darse habitualmente. Este es el caso que ocurre con la Hoffitis. Te hablamos sobre esta lesión de rodilla y cómo se puede tratar.
Índice
¿Qué es la Hoffa?
La hoffa es una zona de grasa que está localizado detrás del tendón rotuliano y debajo de la rótula. Por tanto, como su propio nombre indica, es la inflamación de esta grasa.
Esta grasa funciona como un amortiguador del choque, protegiendo la estructura interna de la rodilla. Así, en el supuesto de que la rodilla recibiera un fuerte golpe , la almohadilla de grasa puede llegar a ser pinzada (pinchada) entre el cóndilo femoral y la rótula. Como la almohadilla de grasa es una de las estructuras más sensibles en la rodilla, estaríamos ante una lesión muy dolorosa para quien la sufre.
El nombre de esta enfermedad se debe al médico y traumatólogo alemán Albert Hoffa, y es habitual en adultos jóvenes y atletas. Se suele dar en tenistas, jugadores de baloncesto y corredores. A continuación, veremos más detalles sobre esta patología.
¿Qué es la Hoffitis?
La enfermedad de Hoffa es una patología que afecta a la rodilla, sobre la grasa que está situada detrás del tendón rotuliano, creciendo de manera anormal, lo que provoca la inflamación del paquete adiposos de Hoffa.
Se trata de una enfermedad muy poco habitual y que es benigna. También es cierto que incapacita a la persona que lo sufre para que pueda hacer vida normal.
Síntomas
Los síntomas que se presentan en la enfermedad de Hoffa son los siguientes:
- Dolor en la parte anterior o delantera de la rodilla, donde está el tendón rotuliano.
- Hinchazón de la rodilla.
- Limitación en la movilidad. Incapacidad para realizar la extensión completa de esta articulación.
- En función del grado de inflamación, se puede llegar a tener la sensación de que se bloquea la rodilla con el movimiento de la articulación.
- Tener la sensación de inestabilidad.
Causas por la que se puede inflamar la Hoffa
Hay distintos factores que pueden causar inflamación en la Hoffa. Las principales son:
- Una sobrecarga por el exceso de actividad física o no dosificar correctamente y falta de descanso.
- Que se produzca una alteración en la alineación del fémur, la tibia o la rótula.
- Un golpe o alteración del movimiento patelar.
Normalmente esta enfermedad no se causa por la presencia de un solo factor, sino que suelen aparecer más de uno en cada paciente.
Diagnóstico de la enfermdad de Hoffa
Al tratarse de una enfermedad que no es muy frecuente y que presenta unos síntomas muy generales, su diagnóstico en un primer momento puede ser complicado. Por tanto, es habitual que se confunda con otras lesiones de la rodilla.
En la mayoría de los casos se puede detectar esta enfermedad mediante una resonancia magnética o con una radiografía. En una minoría de los casos será necesario hacer una artroscopia para poder confirmar. Gracias a esta técnica podemos introducir una cámara en la rodilla, donde se puede ver la inflación del tejido graso.
Tratamiento de la enfermedad de Hoffa
El tratamiento va a depender de la causa de la enfermedad. Lo ideal es empezar con un tratamiento conservador. Consistirá en tomar antiinflamatorios para reducir la inflación y analgésicos para calmar el dolor. Además se puede plantear hacer infiltraciones en la rodilla con corticoides para acelerar la recuperación.
Si este tratamiento no funcionase, se debe hacer una resección del ligamento graso mediante una artroscopia. Como hemos mencionado anteriormente, la artroscopia nos puede ayudar a confirmar la existencia de esta enfermedad.
¿Puedo hacer deporte?
Realizar actividad física va a depender de múltiples factores como el tiempo de evolución de la lesión, el nivel de dolor que presenta el paciente o el deporte que se quiere realizar. De todas maneras, lo ideal es parar o disminuir la actividad física durante algunas semanas, para que la hoffa se pueda desinflamar con tranquilidad.
¿Cómo se puede prevenir esta enfermedad?
Esta enfermedad se puede prevenir si se mantiene un buen estado muscular, en especial del cuádriceps. Además también es bueno mantener una buena elongación y evitar las sobrecargas físicas, respetando el descanso entre cada sesión.