¿Has oído hablar del trasplante de menisco? El trasplante de menisco se realiza con tejido de cadáver cuando la persona ha perdido parte o la totalidad del mismo. Hoy, en Clínica Martín Gómez hablamos de los beneficios del trasplante de menisco y la tasa de éxito que se sitúa entorno al 80%.
Índice
Los meniscos
Los menisco tienen como objetivo mantener el funcionamiento adecuado y la protección articular de la rodilla. Entre las funciones que lleva a cabo, destaca la distribución uniforme del peso entre el fémur y la tibia, la absorción de fuerzas de choque, mantener la estabilidad mecánica y lubricar el cartílago articular adyacente.
El trasplante de meniscos
La cirugía meniscal, está orientada a reparar las lesiones sintomáticas intentando preservar la mayor cantidad del menisco para mantener la longevidad articular. Pero, tenemos que tener en cuenta que ante lesiones congénitas, traumáticas o degenerativas que afectan a gran parte de la estructura meniscal, el especialista se ve obligado a realizar una meniscectomía total.
El trasplante de meniscos es una cirugía en la que el cirujano realiza una inserción de un injerto de menisco, obtenido de un banco de tejidos. Se recomienda realizar en pacientes con dolor persistente de rodilla, problemas de movilidad y que han sido intervenidos de una meniscectomia.
Generalmente, los pacientes que se les ha realizado una resección meniscal (meniscectomía), pueden incorporarse a sus actividades habituales sin ningún problema. Pero, un porcentaje de estos pacientes presentan dolor por sobrecarga de su articulación, debida al desgaste del “amortiguador”.
Beneficios de la cirugía de trasplante de menisco
Entre los beneficios de la cirugía destacamos:
- Disminución del dolor de rodilla.
- Mejora de la función de la articulación.
- Retraso del daño articular.
- Tasa de éxito del menisco injertado del 90% a los 5 años.
- Tasa de éxito del menisco injertado del 65% a los 10 años.
- Prevención de la afección de artrosis de rodilla.
- Alargar la vida de la articulación.
Diagnóstico del trasplante de menisco
Para asegurar el éxito de la cirugía, debemos analizar las características del paciente e identificar el pronóstico a corto y largo plazo, de manera que sean favorables. Una vez tomada la decisión entre el especialista y la persona, se realizará los exámenes pertinentes a los preoperatorios, necesarios en todas las cirugías. Es necesario registrar mediante radiografía y resonancia magnética la rodilla del paciente, para conocer con exactitud el tamaño del menisco. Teniendo estos datos solicitaremos a un banco de tejido el necesario para realizar el trasplante. No existen casos de rechazo en esta cirugía, por lo que no será necesario realizar estudios de compatibilidad o terapia inmunosupresora.
Una vez tenemos el menisco criopreservado ya seleccionado, se programara la cirugía y se realiza la implantación del injerto. Esta cirugía tiene una duración de 90 minutos y después de ella la persona requiere de una estancia hospitalaria de 3 días.
Recuperación del trasplante de menisco
Cada persona podrá tener un ritmo diferente para recuperarse del trasplante de menisco. En la recuperación intervienen factores como son:
- Características del paciente;
- Tipo de suturas meniscales realizadas;
- Trasplante del menisco medial o lateral.
La rehabilitación debe estar adaptada para cada paciente.
Para la recuperación se suele recomendar usar bastones para no sobrecargar la articulación y evitar la presión de la rodilla en dos semanas. Después, se comienza a cargar de manera progresiva, hasta dejar las muletas a los dos meses. Al mismo tiempo se utiliza una rodillera articulada, para limitar los rangos de movimientos que nos pueda dañar o impedir la recuperación. En las primera semanas nos podremos permitir un movimiento de 30 grados de flexión. Luego, progresivamente, hasta los 60 grados. Después, trataremos de llegar a los 90 grados para no encontrarnos con limitación de movimiento.