La tendinitis calcificante, también conocida como tendinitis calcárea o calcificación tendinosa, es una afección dolorosa que afecta a los tendones, causada por la acumulación de depósitos de calcio en el tejido del tendón. Esta condición puede afectar a diferentes tendones en el cuerpo, pero es más común en el hombro, especialmente en el tendón del supraespinoso. Entender las causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de la tendinitis calcificante es fundamental para abordar esta afección de manera efectiva.
Índice
Causas
Aunque la causa exacta de la tendinitis calcificante no se comprende completamente, se cree que hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo. Estos incluyen:
- Microtraumatismos repetitivos: Movimientos repetitivos que ejercen presión sobre un tendón pueden provocar irritación y daño, lo que desencadena la respuesta del cuerpo para depositar calcio en el área afectada.
- Factores genéticos: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar depósitos de calcio en los tendones.
- Trastornos metabólicos: Condiciones como la diabetes, el hipertiroidismo o la enfermedad renal pueden influir en el metabolismo del calcio y contribuir a la formación de depósitos de calcio en los tendones.
Síntomas
Los síntomas de la tendinitis calcificante pueden variar según la ubicación y la gravedad de la condición, pero comúnmente incluyen:
- Dolor en el área afectada, que puede empeorar con la actividad y mejorar con el reposo.
- Rigidez y dificultad para mover la articulación afectada.
- Inflamación y sensibilidad en el tendón.
- Posible limitación en la amplitud de movimiento.
Diagnóstico
El diagnóstico de la tendinitis calcificante generalmente se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de diagnóstico por imágenes. Durante el examen físico, el médico puede realizar pruebas específicas para evaluar la amplitud de movimiento y determinar la ubicación del dolor. Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías, ecografías o resonancia magnética, pueden ayudar a confirmar la presencia de depósitos de calcio en el tendón y evaluar la extensión del daño.
Tratamiento
El tratamiento de la tendinitis calcificante depende de varios factores, incluida la gravedad de los síntomas, la ubicación de los depósitos de calcio y la respuesta individual al tratamiento. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
- Manejo conservador: En casos leves, el tratamiento conservador puede ser efectivo e incluir reposo, aplicación de hielo, medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y terapia física para mejorar la fuerza y la flexibilidad.
- Aspiración y lavado: En algunos casos, se puede realizar un procedimiento para aspirar los depósitos de calcio del tendón y lavar el área afectada con solución salina, lo que puede proporcionar alivio del dolor.
- Inyecciones: Las inyecciones de corticosteroides pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor en el área afectada.
- Cirugía: En casos graves o cuando otras opciones de tratamiento no son efectivas, la cirugía puede ser necesaria para extirpar los depósitos de calcio y reparar el tendón dañado.
Recuperación
La recuperación de la tendinitis calcificante puede ser un proceso gradual y puede variar según la gravedad de la condición y el tratamiento recibido. Es importante seguir las recomendaciones del médico y participar en la terapia física para mejorar la fuerza y la flexibilidad del tendón afectado. Con el tratamiento adecuado, muchas personas pueden experimentar una mejora significativa en sus síntomas y volver a sus actividades normales. Sin embargo, en algunos casos, la tendinitis calcificante puede persistir durante meses o incluso años, y puede requerir tratamiento continuo para controlar los síntomas y prevenir complicaciones.
