Los niños son muy dados a decir que les duele aquí y allí. Un dolor bastante frecuente es en el talón. Esta lesión en el pie de los niños suele está causada por la enfermedad de Sever. En clínica Martín Gómez contamos con uno de los mejores traumatólogos infantil de Granada, que nos va a contar de qué se trata y cómo podemos tratarla.
Índice
¿Qué es la enfermedad de Sever?
La enfermedad de Sever es una inflamación de los cartílagos de crecimiento del talón del niño. El cartílago de crecimiento es una capa de cartílago ubicada cerca del extremo de un hueso, que es donde ocurre la mayor parte del crecimiento del hueso. Esta parte es más débil y tiene más riesgo de sufrir una lesión que el resto del hueso.
El dolor en el talón se presenta en los niños en crecimiento, especialmente en aquellos que son físicamente activos. Muy habitual durante el estirón de la adolescencia, entre los 8 y los 13 años en las niñas y entre los 10 y los 15 años en los niños. No se da en adolescentes, ya que el cartílago de crecimiento se endurece y los huesos en crecimiento se fusionan y forman huesos maduros.
No es un lesión grave, con el tratamiento adecuado, la enfermedad de Sever desaparece en unos pocos meses y no deja ninguna secuela a largo plazo.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Sever?
El síntoma principal es el dolor en la zona del talón, aunque se puede dar en ambos talones. Suele venir acompañado de los siguientes síntomas:
- Inflamación del talón
- Rigidez en el pie al levantarse
- Dolor cuando se palpa el talón
Es normal que los síntomas empeoren durante con la actividad física o al finalizarla, y vayan mejorando con el reposo.
¿Cuál es la causa de la enfermedad de Sever?
La enfermedad de Sever sucede durante el estirón que se produce en la pubertad. El crecimiento de los huesos, los músculos y los tendones se produce a distinto ritmo. Cuando los músculos y los tendones se tensan demasiado, terminan por tirar del cartílago de crecimiento del talón. Cuando se hace deporte esta tensión es mayor, por lo que se empiezan a sufrir los síntomas, especialmente el dolor.
Diagnótico de la enfermedad de Sever
Para realizar el diagnóstico de la enfermedad de Sever, los traumatólogos de nuestra clínica suelen seguir los siguientes pasos:
- Preguntar al niño sobre las actividades físicas que realiza
- Examinar al paciente la zona del talón
Generalmente, no son necesarias hacer pruebas médicas, aunque en ocasiones se pide para poder descartar otro tipo de lesiones más graves en la zona.
¿Cómo se trata la enfermedad de Sever?
Los niños con esta patología deben disminuir las actividades que les causan dolor, y en alguno casos suprimirlas. En general, podrán caminar o hacer ejercicios en los que no tengan que soportar su propio peso, como la natación.
Para tratar la enfermedad de Sever se recomienda seguir los siguientes consejos:
- Colocar frío en la zona dolorida. Lo ideal es hielo cubierto de una toalla.
- Tomar algún medicamento para calmar el dolor, como ibuprofeno o paracetamol. Es recomendable que sea bajo la supervisión de un profesional.
- Utilizar plantillas de gel para el talón para reducir la presión del talón.
- Usar calzado abierto en la parte del talón para que no se irrite la zona.
- Usar una venda elástica o una media de compresión para ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
Tiempo de recuperación
Con el cuidado adecuado, la enfermedad de Sever suele desaparecer en un periodo que puede ir de 2 semanas a 2 meses, y no deja ningún tipo de secuela. Cuanto antes se trate más rápida será la recuperación. En la mayoría de los casos, los niños pueden retomar la actividad física sin ningún problema una vez que el dolor y los otros síntomas desaparecen.
En ocasiones puede volver a aparecer si no se toman medidas a largo plazo para proteger el talón durante los años de crecimiento del niño. Una de las medidas más importantes es asegurarse de que los niños usen un calzado adecuado. Los zapatos de buena calidad, con buen ajuste y con suelas amortiguadoras (acolchadas) ayudan a reducir la presión sobre el talón.
El médico quizá también recomiende zapatos sin talón, como sandalias o zuecos, que no rocen la parte posterior del talón. Se deben evitar los zapatos pesados o de tacón. Otras medidas preventivas incluyen la realización de ejercicios de estiramiento continuos y la colocación de hielo en el talón afectado después de hacer actividad.
