La cadera es una zona más importante de lo que muchas gente piensa y está expuesta a múltiples patologías de distinta gravedad. Una de las que más frecuentes en nuestra clínica es la cadera en resorte, una lesión que limita mucho la actividad de los deportistas. En este artículo os contamos las causas y cómo tratarla.

¿Qué es la cadera en resorte?

La cadera en resorte se produce cuando se siente o escucha un chasquido o resalte con los movimientos de flexión, o con los giros y flexo-extensiones de la cadera. La causa suele ser un saliente óseo muy pronunciado o un tendón muy tenso o acortado. En principio, no tiene que ser doloroso, aunque suele derivar en otras patologías más importantes, como la bursitis.

Es más habitual entre las mujeres y deportistas, especialmente en deportes que usan la cadera como salto de vallas, danza o remo. También puede aparecer en actividades cotidianas como al andar o levantarse de una silla.

Al igual que sucede en la trocanteritis, el músculo que se suele ver dañado es el tensor de la fascia lata (cadera en resorte externa), que va desde la pelvis hasta insertarse en la rodilla, mediante la cintilla iliotibial. También se puede afectar el psoas iliaco (cadera en resorte interna).

Causas de la cadera en resorte

El chasquido se produce por el resalte entre una estructura tendinosa y una prominencia ósea y a un aumento de la tensión y rigidez a nivel de la musculatura. Existen una serie de factores biomecánicos, que junto a los movimientos repetitivos que se dan en algunos deportes, hacen que aumenten las posibilidades de sufrirla.

Como ya hemos comentado, existen dos tipos en función a la zona afectada:

• Cadera en resorte externa: es la más frecuente y se produce por una cintilla iliotibial tensa. Cuando la cadera está bien, la cintilla iliotibial se desliza sobre el trocánter mayor, sin embargo, problemas biomecánicos o una lesión previa afectan produciendo un resalte durante el movimiento de flexo-extensión de la cadera. Las causas que llevan a este engrosamiento del tensor de la fascia lata son los mismos que los de una trocanteritis: debilidad abductores, diferencia longitud de las piernas o carrera de fondo.
• Cadera en resorte interna: se produce cuando se ve afectado el iliopsoas. El chasquido es debido al resalte que produce el tendón al pasar sobre una prominencia de la pelvis. Las causas son las alteraciones en la estructura ósea; aumento de tamaño de la eminencia iliopectínea o la anteversión de la cadera (inclinación de la cadera hacia delante) aumentando así la tensión muscular.

Síntomas de la cadera en resorte

Lo normal es que apenas presente síntomas y sea indolora. Gran número de pacientes acuden a la consulta refiriendo un “chasquido” o resalte con el movimiento de la cadera. Pueden describir la ubicación del chasquido como lateral (indicando banda iliotibial) o profunda en la ingle (indicando tendón del músculo ilipsoas).

Sin embargo, hay algunos casos que pueden venir acompañado de dolor en la cadera. La fricción continuada del tendón y la bursa puede llegar a causar inflamación y dolor. Un uso excesivo de la articulación de la cadera con un tendón fibrosado puede llevar a desarrollar una trocanteritis o bursitis del iliopsoas.

Tratamiento de la cadera en resorte

El tratamiento va a ir en función de la gravedad. Como hemos comentado, la mayoría de los casos no presenta síntomas y por tanto no necesita ningún tipo de tratamiento. Si por el contrario, presenta molestias se puede reducir modificando las actividades deportivas y adecuando el nivel de ejercicios limitando los movimientos de la cadera. Para casos más graves se puede seguir un tratamiento conservador parecido al de la trocanteritis:

• Descanso o modificación de las actividades que causan dolor a nivel de la cadera hasta que éste se resuelva.
• Aplicar frío o hielo para reducir el dolor y la inflamación después de cada sesión.
• Infiltración con corticoides en la cadera, especialmente en casos que se tenga que competir si o si. El alivio puede durar varias semanas.

Cuando se controle el dolor deberemos seguir un plan fisioterapéutico de estiramiento y fortalecimiento de la musculatura. Un mal acondicionamiento muscular junto a un reposo insuficiente puede ser la causa de un tiempo de curación prolongado, recurrencias y cronificación del proceso.

Si tras seguir el tratamiento conservador el dolor no desaparece, se puede plantear el tratamiento quirúrgico. La intervención quirúrgica será sobre el tendón afectado. Lo normal es hacerlo mediante una artroscopia para facilitar la posterior recuperación.