Para todas las personas con dolor de rodilla al correr este es el artículo que andan buscando. El running se ha puesto muy de moda y en muchas ocasiones entre personas que no están del todo preparadas. Además de todos los beneficios que tiene, el running también esconde un lado oscuro en forma de lesión de rodilla. Es fácil salir a correr y pensamos que se puede hacer sin preparación previa. Veremos en este artículo todos los peligros.
Índice
Consecuencias de correr
Hay muchos aficionados a correr, sobre todo por su facilidad para hacerlo, basta con unas zapatillas y un poco de tiempo. Además es algo que podemos hacer en cualquier lugar, incluso cuando se viaja.
Es una práctica deportiva que tiene muchos beneficios. Te mantiene en forma, mejora la resistencia y mejora el nivel de endorfinas, por lo que mejora el humor. Por eso en ocasiones nos centramos tanto en los positivo que nos olvidamos de la parte mala, que también puede aparecer.
Por ejemplo, cada carrera puede dejar la rodilla machacada, sobre todo en las distancias largar. Lo normal es que el dolor, tras correr desparezca con algo de descanso. Pero en algunos casos se esconden lesiones de rodilla más o menos graves, que deben ser revisadas por un especialista.
Articulación de la rodilla
Para conocer mejor cómo funciona la rodilla, vamos a ver la anatomía de la rodilla y de qué está compuesta. La rodilla es una articulación bastante compleja, que nos permite movernos mediante la flexión y la extensión. En realidad, tendríamos que hablar de dos articulaciones:
- Articulación Femoropatelar: entre la cara posterior de la rótula y la cara distal anterior del fémur.
- Articulación Femorotibial: entre la epífisis distal del fémur y la proximal de la tibia
La articulación la componen tres huesos: el fémur, la tibia y la rótula. La rótula es un hueso que está incluida en el tendón inferior del cuádriceps femoral. La parte inferior de este tendón se denomina ligamento rotuliano y se inserta en la tuberosidad tibial.
Otra parte importante de la rodilla son los meniscos. Son una especie de almohadillas de tejido fibroso cuya misión es absorber los golpes, hacer que el peso del cuerpo se reparta por la meseta tibial y facilitar el movimiento del líquido sinovial que reduce la fricción entre los huesos de la rodilla. Hay dos meniscos, uno en la parte interna y otro en la parte externa de la rodilla. Los desgarros de los meniscos son las lesiones más comunes cuando se hace un giro excesivo de la rodilla.
También tenemos los ligamentos. Estos son unas tiras de tejido fibroso que se insertan en huesos o cartílagos sujetando las articulaciones. En la rodilla encontramos los ligamentos laterales (interno y externo) y los cruzados anterior y posterior. Son los que se encargan del movimiento.
Además están la cápsula fibrosa y la membrana sinovial. La cápsula rodea la articulación, comienza en la parte posterior del fémur y por la parte anterior se conecta en los laterales de la rótula. Por su parte inferior se inserta en la tibia. La membrana sinovial está en contacto con la parte interior de la membrana. Produce el líquido sinovial, encargado de lubricar la articulación y evitar los roces durante el movimiento.
Debajo del ligamento rotuliano hay una zona grasa que está destinada a absorber los golpes y reducir la fricción de la articulación. Se denomina almohadilla grasa de Hoffa, en honor a su descubridor Albert Hoffa.
Lesiones en la rodilla de los corredores
Las lesiones más frecuentes que causan dolor en la rodilla cuando corremos son las roturas de menisco, el síndrome patelo femoral o condromalacia rotuliana, tendinitis de la pata de ganso y el síndrome de la banda ileotibial. Vamos a ver un poco de cada una de ellas:
- El síndrome patelo femoral también llamado como rodilla de corredor porque se suele dar mucho en personas que practican este deporte. El síntoma principal es dolor en la parte delantera de la rodilla, alrededor de la rótula. Este dolor se acrecienta en los descensos o después de estar sentado durante mucho tiempo. Puede aparecer inflamación y el sonido en la rótula al doblar y estirar la articulación.
- En la rotura de menisco, lo principal es el dolor y la inflamación. El dolor aparece en el lateral de la articulación y puede ir acompañado de una sensación de bloqueo de la rodilla.
- La banda ileotibial está formada por tejido conectivo y va desde la parte externa de la cadera insertándose por debajo de la rodilla. Suele inflamarse tras una carrera de larga distancia y el dolor se siente en el lateral de la rodilla. Los síntomas remiten tras la carrera pero reaparecerán en el siguiente entrenamiento. Puede progresar hasta aparecer incluso al caminar o subir escaleras.
Causas más frecuentes del dolor en la rodilla
Usando un símil con los neumáticos de los coches, tras un número de kilómetros, las ruedas se desgastan y hay que cambiarlas. Con las rodillas pasa algo parecido, tras un uso continuado, se produce el dolor en la rodilla cuando corremos, por el desgaste y es posible que necesitemos una prótesis o un tratamiento de regeneración con células madre.
Aunque el problema principal no es el uso de la articulación sino la alineación de la misma y cómo se encuentra alineada la pelvis. Si la pelvis está inclinada hacia delante o hacia atrás, fuera de su posición de equilibrio, la transmisión del peso y de la fuerza a las piernas cuando nos movemos no se realiza de la forma correcta.
Eso implica que la articulación no se desgasta de forma correcta, por el desequilibrio. El cuerpo precisa realizar movimientos compensatorios para corregir aquello que no hacemos bien. Y estos movimientos no son los adecuados. Por tanto, muchas veces hay que buscar el origen del dolor en la rodilla al correr en otro punto del cuerpo alejado de esta articulación.
Otras lesiones pueden aparecer por golpes en alguna caída, por algún giro inesperado o por un sobreentrenamiento para el que no estamos preparados.
Cómo mejorar el dolor de rodilla cuando corremos
Lo primero es acudir a un traumatólogo de confianza. El diagnóstico se basa principalmente en la exploración física para ver cómo se manifiestan los síntomas en el paciente. En ocasiones, puede ser necesaria la utilización de radiografías o resonancia magnética.
El tratamiento habitual suele ser conservador. En primer lugar, se debe parar de correr y aplicar medidas antiinflamatorias. Algunos casos se puede recomendar un programa de fisioterapia. En pacientes con problemas en la pisada, se puede aconsejar la utilización de plantillas. Para algunas situaciones de mucho dolor también se pueden hacer infiltraciones de rodilla.
En casos extremos el tratamiento quirúrgico es inevitable. Esta solución se da cuando han fracasado las opciones conservadoras para tratar el dolor de rodilla. La reincorporación deportiva debe hacerse de forma progresiva, iniciando carreras de corta duración en terreno llano y dejando para la última etapa de la recuperación los rodajes largos con desniveles.